La británica Royal Mail, el servicio postal creado hace 500 años por Enrique VIII, dejará de ser público en las próximas semanas, una de las privatizaciones más importantes acometida desde Margaret Thatcher.

El gobierno británico lo anunció este jueves, como parte de una estrategia para recortar el déficit público, causando indignación entre los sindicatos y la oposición.

“El gobierno de Su Majestad anuncia hoy (jueves) su intención de proceder a una oferta pública de venta (OPV) de Royal Mail”, anunció el comunicado, añadiendo que la salida a bolsa de la empresa se hará “en las próximas semanas”.

La coalición de gobierno conservadora-liberal venderá al menos el 41% de Royal Mail y cederá a los 150.000 trabajadores el 10% de las acciones, sin cargo.

De todos modos, el Estado se reserva la posibilidad de ser flexible sobre la porción de la empresa a vender, dependiendo de las condiciones de mercado y la demanda de los inversores.

Royal Mail y el gobierno asumieron en su comunicado que no es descartable que los trabajadores vayan a la huelga.

El gobierno ya había anunciado en julio que pensaba privatizar más del 50% de Royal Mail, después de que la competencia de las comunicaciones en internet fuera argumento para una reestructuración.

Se espera que la privatización se convierta en la mayor desde que el gobierno de la primera ministra Margaret Thatcher -que murió este año- vendió las empresas estatales British Gas y British Telecom en los 80.

La venta parcial de Royal Mail podría aportar 3.000 millones de libras (unos 4.740 millones de dólares).

La oposición laborista, a través de su portavoz económico Chuka Umunna, avisó de que se trata de “una venta con motivos políticos” y que “no se ha tenido en cuenta el impacto en los consumidores, los negocios y las comunidades”.

Por su parte, los sindicatos sostienen que se recortarán empleos y el servicio empeorará.

“La privatización pondrá en riesgo empleos y servicios y llevará a un aumento de los precios para los clientes”, dijo el secretario general del sindicato de trabajadores de comunicaciones (CWU), Billy Hayes.

El CWU, que someterá a votación de sus afiliados emprender acciones contra la privatización, se reunía este jueves con la presidenta de Royal Mail, Moya Greene.

El gobierno explicó que seguirá con las conversaciones para evitar una huelga.

Royal Mail ha incrementado sus ganancias en los últimos años gracias al aumento de las compras por internet, al recorte de gastos y al aumento del precio de los sellos.

Los orígenes de Royal Mail se remontan a los primeros años de la dinastía de los Tudor. Brian Tuke fue nombrado en 1512 primer “maestro de postas”, construyendo para Enrique VIII una red postal a través de toda Inglaterra.

La modernización de los medios de transporte desarrolló enormemente el servicio y convirtió a Royal Mail en la empresa con más trabajadores del país, según la compañía.