Los bomberos seguían batallando este lunes contra las llamas en Portugal, después de que en la víspera los incendios forestales que azotan este país se intensificaran, especialmente en el norte, en donde los habitantes tuvieron que ser evacuados según los servicios de auxilio.

“Esta mañana la situación es más tranquila”, indicó a la AFP Miguel Cruz, portavoz de los servicios de protección civil, que dio cuenta de tres fuertes incendios en los distritos de Porto, Braga (norte) y Aveiro (centro), que unos 200 bomberos trataban de controlar.

En la víspera, un incendio que se inició en una maleza seca cerca de Gondomar, en el distrito de Porto (norte), despertó una ola de pánico. El cielo, invadido por una espesa nube de humo, hizo que el aire se volviera irrespirable, dejando a su paso una gruesa capa de cenizas según testigos.

En un pequeño pueblo de Covelo, en los alrededores de Gondomar, una docena de residentes tuvieron que ser evacuados. Una casa desocupada fue consumida por las llamas.

“¡Fue un momento de pánico! Nos hallamos rodeados por las llamas y el humo. Tuvimos que abandonar nuestra casa, en auto, llevando con nosotros únicamente la ropa que teníamos puesta”, contó Lusa Adelaide Grilo, una mujer de 53 años de Covelo.

El fuego había acordado una tregua a Portugal a finales de la semana pasada, después de que los bomberos lograran controlar un incendio forestal en las montañas de Caramulo (centro), en el que perecieron tres bomberos.

Los bomberos portugueses están alerta debido a previsiones meteorológicas desfavorables hasta el miércoles, marcadas por altas temperaturas y fuertes vientos.

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