Las autoridades sirias y los rebeldes se acusaron mutuamente de ser responsables del aplazamiento de la visita que debía efectuar el martes la misión de expertos de la ONU sobre el uso de armas químicas en la periferia de Damasco.

“Hoy nos sorprendió el hecho de que no pudieron ir al lugar porque los rebeldes no lograron ponerse de acuerdo para garantizar la seguridad de la misión. Por lo tanto, la misión ha sido aplazada hasta mañana”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Mualem, en conferencia de prensa.

“Siria respeta sus compromisos (…) le digo a John Kerry (Secretario de Estado norteamericano): nosotros no somos quienes traban la misión de los inspectores, son los grupos armados que no presentaron garantías sólidas”, dijo.

El Consejo militar revolucionario de Ghuta oriental, al este de la capital, donde tuvo lugar según los rebeldes un ataque con armas químicas, “desmintió estas acusaciones”.

Asegura que “el régimen trata de convencer a la misión que la vida de sus miembros estaría en peligro si se desplazara a Ghuta oriental”.

“El Consejo militar se ha puesto en contacto con algunos de ellos para convencerles de que se trata de alegaciones mentirosas del régimen y garantizarles que el Consejo está totalmente comprometido con darles protección”, subraya el comunicado.

La ONU confirmó haber aplazado al miércoles una visita de su misión de investigación, prevista el martes cerca de Damasco, debido a los “temores” por la seguridad de su personal.