Más de 200 bomberos luchaban este viernes por controlar las llamas que arrasaban un parque natural en el noroeste de España, según las autoridades regionales, en un momento en que el riesgo de incendios forestales era “extremo” en el oeste del país.

Unas 300 personas habían sido evacuadas de sus hogares tras el inicio, el jueves por la tarde, de un fuego que afectaba parte del parque natural de Los Arribes del Duerro, explicó a la AFP una portavoz del operativo contra incendios de la Junta de Castilla y León, el ejecutivo regional.

Sin embargo, el viernes se redujo el nivel de alerta de 2 a 1 en una escala del 0 al 3 “porque la peligrosidad para las personas ha bajado”, explicó la portavoz precisando que “los habitantes han vuelto a sus casas”.

Habían “más de 200 personas actuando” por tierra y aire en una zona cercana al pueblo de Villardiegua de la Ribera, en la frontera con Portugal, afirmó la misma fuente, precisando que se trataba de “incendio importante” del que aún se estaba “perimetrando la superficie afectada”.

La agencia meteorológica española, AEMET, situó en nivel de “riesgo extremo” de incendios para el viernes y el sábado a una parte del oeste de España, que incluía provincias de Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía.

Por otra parte, los bomberos lograron controlar el jueves un incendio declarado cerca de una zona residencial de Tres Cantos, una localidad en la periferia de Madrid, que provocó una espesa nube de humo y dejó un automóvil carbonizado, según los servicios de emergencia. Las 40 personas evacuadas pudieron regresar a sus hogares.

También un incendio declarado el martes en la turística isla de Mallorca fue controlado el jueves tras haber devorado 480 hectáreas y obligado a evacuar a 200 personas, según el gobierno regional de las Islas Baleares.

Los incendios forestales son muy frecuentes en verano en España, a menudo favorecidos por el viento y las altas temperaturas sobre una vegetación reseca.

Tras un invierno especialmente lluvioso, los fuegos fueron de momento mucho menos numerosos que en 2012, un año especialmente devastador.

Según cifras del ministerio español de Agricultua, 13.335 hectáreas ardieron entre el 1 de enero y del 21 de julio de este año, frente a 147.854 hectáreas en el mismo período del año anterior.