El seremi de Educación, Mario Delannays, se mostró impactado al llegar este mediodía a Tirúa y ver completamente quemada la escuela de San Ramón, con niños llorando en las inmediaciones de lo que fueron sus salas de clases.

La autoridad educacional confirmó que se salvaron de las llamas el gimnasio y la casa del director, y estimó que tomará de 10 días a dos semanas la habilitación de cinco salas para que los alumnos puedan terminar el año escolar.

Durante este lapso en que las clases estarán suspendidas, los más de 250 estudiantes continuarán recibiendo su alimentación, y este asunto se normalizará por completo cuando se organice una nueva cocina.

Delannays comentó que, como profesor, tuvo muchos sentimientos encontrados al arribar al lugar del siniestro, y afirmó que allí mismo, donde decenas de niños lloraban esta mañana, se levantará la nueva escuela.

Aunque ha habido mucha precaución acerca del origen de las llamas, Dalannays se inclina porque fue una acción intencional, algo que debe aclararse en las próximas horas.

Fuentes policiales han comentado que las características del hecho se alejan por completo de los ataques incendiarios relacionados con la causa mapuche en que los autores han dejado elementos como rayados o panfletos alusivos al tema.