Un tribunal penal guatemalteco condenó este jueves a penas entre 15 y 33 años de prisión a cuatro ex policías por la ejecución extrajudicial de siete reos entre 2005 y 2006.

“No importa si ellos (las víctimas) eran prófugos o presos. Se debió respetar sus vidas”, afirmó la jueza Irma Valdez, titular de Tribunal B de Mayor Riesgo de la capital guatemalteca, al leer la sentencia.

Los casos se presentaron en la cárcel Pavón, 20 km al este de la capital, y en el centro penal de alta seguridad El Infiernito, 75 km al sur de Ciudad de Guatemala.

El exjefe de la extinta Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional Civil (PNC) Víctor Soto fue sentenciado a 33 años y tres meses por la ejecución de cuatro reos al interior de Pavón y de otros tres que habían escapado de El Infiernito.

Además fueron condenados a 25 años de prisión los exagentes Axel Martínez Arriaza y Víctor Ramos Molina por ejecución extrajudicial, mientras el civil Aldo Figueroa cumplirá 15 años por tenencia ilegal de armas de fuego y municiones. Otras cuatro personas, entre esas tres expolicías, fueron absueltas.

El 25 de septiembre de 2006, un comando de militares, policías y guardias penitenciarios ingresaron al Pavón para retomar el control del centro que estaba en manos de los reclusos, en un operativo que causó siete muertes.

En 2005, los otros tres reos fueron asesinados en dos departamentos al este del país, tras ser recapturados por haberse fugado de la prisión.

Por la muerte de los reos también serían procesados el exministro del Interior Carlos Vielmann, así como Erwin Sperissen y Javier Figueroa, quienes fueron director y subdirector de la Policía.

Ellos están detenidos en España, Suiza y Austria a la espera de que se resuelva su posible extradición, aunque con los dos últimos países no existe convenio.