“La bella censura”, el versátil trabajo de la joven artista visual iraní Vida Mehri, se desenvuelve en un abanico de expresiones artísticas tales como el audiovisual; los medios mixtos y el collage; instalaciones, dibujos y textil. Su obra se caracteriza por una evidente estética expresionista la cual evoca una suerte de alegoría que se refiere a condiciones sociopolíticas actuales de su país, y que subraya motivos intuitivos (psicológicos) que llevan a resultados artísticos.

Los trabajos artísticos de Vida Mehri nacen directamente de su vida personal pero apuntan a temas universales cruciales; de una forma indirecta aunque efectiva. El principal foco que atraviesa su obra se podría establecer en su cuestionamiento sobre la definición de conceptos tales como Censura, Auto-censura, Inmigración, Libertad de expresión, y también sobre el efecto que ejerce sobre nuestra personalidad el entorno en el que vivimos, nuestra construcción social. Aunque parezca inapreciable a primera vista, todo su trabajo podría quedar catalogado dentro del arte político.

Ese archivo fotográfico fue transformándose en la materia prima para muchas de sus creaciones posteriores. Tomó la información digital y experimentó con esas materializándolas de distintas formas en acuerdo con los conceptos que la ocupaban intelectualmente. Gran parte de ese trabajo está presente hoy en esta sala.

En ‘Hopes Grow’ (Crecen esperanzas) las imprimió, las cubrió con cintas semitransparentes, y despegó algunas convirtiéndolas en pequeños personajes que caminan por una ciudad diminuta a la vez que desvelan una parte de la información.

En ‘Censorship is Beautiful’ (La censura es bella) las imprimió, las pegó sobre lienzos y empezó a coser sobre ciertas áreas con hilos de colores para focalizarlas, taparlas, exagerarlas o censurarlas utilizando para ello patrones presentes en la tradición persa. “Me imaginaba que yo misma era el departamento de censura y estaba preparando mis trabajos para poder ser expuestos en Irán” dice la artista.

Más recientemente, en ‘Punched’ (Perforados), imprimió las fotos sobre lienzos y empezó a perforarlas desde los bordes intentando llegar al centro como si estuviera devorándolas, representándonos una lucha con sus obsesiones y recordándonos que algunas veces la censura también fracasa. De hecho, si ponemos atención, podemos apreciar los pequeños restos que la máquina de censurar ha dejado dispersos.

En el verano de 2011 Vida Mehri viajó a Irán con una videocámara y se propuso experimentar sus ideas con este nuevo medio a su alcance con el que realizó un cortometraje de aproximadamente 17 minutos que lleva por título ‘My Fingers grow up and stuck to the asphalt’ (Mis dedos crecieron y se hundieron en el asfalto) que fue seleccionado y premiado en el 14° Festival des Cinémas Différents et Expérimentaux de París. Este nos muestra una imagen documental sobre la vida en Tehran bajo una narrativa ficticia en la que nos cuenta que la ciudad va a ser fumigada por “ellos”. ¿Quiénes son “ellos”?, y lo más inquietante, ¿por qué están intentando matar a los ciudadanos de sus propias ciudades?…

En 2011 la artista se trasladó a Bruselas, en Bélgica, para trabajar en un proyecto de investigación artística y durante ese período realizó una serie de dibujos mucho más personales y expresivos que nos remiten a los mismos conceptos desde un ángulo muy diferente. Se puede intuir una vaga narrativa discurriendo entre estos dibujos que dejan paso a una interpretación abierta.

“Yo juego con la definición de hablar entre líneas; la habilidad que mi generación aprendió en Irán debido a los límites y filtros impuestos. Lo grotesco, la sátira, la ambigüedad y la ironía son las herramientas para hacerlo. Ahora estoy muy interesada en la idea de la Realidad Mágica en sociedades tan cohartadas como Irán. Creo que ese sentimiento puede ser familiar a algunas generaciones que vivieron bajo la dictadura en Chile. No critico solamente, también me interesa e intento realzar el modo en que la gente trata de disfrutar su vida en esas situaciones, usando una creatividad extrema y viviendo el presente creando momentos mágico-realistas cuando sobrepasan las normas o los tabús”.

SOBRE LA AUTORA

Vida es una joven artista iraní nacida en 1984 en Tehran. A los 24 años decidió salir de su país para continuar su educación y por supuesto para experimentar una vida independiente más allá de las fronteras de su limitado contexto, como tantos otros jóvenes de su generación.

Su partida se solapó con las multitudinarias protestas después del supuesto fraude en las elecciones presidenciales de 2009, en las que se alcanzó mucha violencia resultando cientos de muertos y detenidos. Vivió el inicio de las protestas desde primera línea pero tuvo que dejar el país rumbo a Suecia para estudiar Bellas Artes cuando el conflicto no había terminado. Su mente estaba obsesionada con la violencia, la opresión, la privación de libertad y el futuro incierto de su país. Cualquier cosa que quisiera crear estaba influenciada por sus preocupaciones. Para ella, su arte era su vida.