Un año después del naufragio del Costa Concordia, una nueva tragedia marítima sacudió a Italia este lunes, cuando un portacontenedores chocó accidentalmente contra un muelle del puerto de Génova, derribando la torre de control, falleciendo al menos tres personas.

Cuatro horas después del accidente, ocurrido hacia las 23:30 locales (17:30 hora chilena), el balance de las fuerzas del orden se elevaba a tres muertos.

Dos de las víctimas serían miembros de la capitanía de puerto, y el tercero sería el piloto. Además, hubo al menor seis heridos, y entre ocho a diez permanecen desaparecidas.

En momentos en que salía del puerto de Génova, la terminal marítima comercial e industrial más importante de Italia, el “Jolly Nero”, un carguero de la empresa naviera Messina de 239 metros de eslora, 30 de manga y 40.500 toneladas de peso, chocó por causas que se desconocen contra la Palazzina Piloti, la torre desde donde se controlan los movimientos de los barcos.

“Arremetió contra la torre, pero de momento no sabemos el porqué”, explicó un empleado de la Messina, con sede en Génova, propietaria de la nave.

Las personas que se encontraban en la torre cayeron al agua. Equipos de buzos y bomberos que llegaron de inmediato al lugar hallaron a nueve personas, tres de ellas sin vida.

A causa de la violencia del choque, parte de la torre cayó al agua.

Las búsquedas de los buzos se concentraban en el muelle Giano, donde estaba la torre de control.

Según los socorristas, tres personas desaparecidas se encontraban en el ascensor de la torre cuando se produjo el choque. Se ignora si cayeron al agua o si quedaron atrapadas en la torre de control.

“Ocurrió justo cuando había mayor cantidad de personas en la torre”, explicaron los guardacostas al diario local Secolo XIX, porque en el momento del choque cambiaba el turno del personal de la capitanía.

Al llegar al lugar del siniestro, Stefano Messina estaba consternado. “Nunca había ocurrido algo así, estamos desesperados”, dijo, al borde del llanto.

El presidente de la autoridad portuaria, Luigi Merlo, así como el alcalde de la ciudad Marco Doria, también se hicieron presentes.

“Es una terrible tragedia. Estamos consternados, sin palabras”, dijo Merlo. “Es un accidente inaceptable, un trauma increíble para toda la comandancia del puerto. Por ahora, sólo pensamos en las víctimas, luego intentaremos hallar una explicación”.

El accidente trajo a los italianos la siniestra memoria de la tragedia del Costa Concordia, crucero que naufragó el 13 de enero de 2012 tras encallar cerca de la isla del Giglio en Toscana, causando la muerte de 32 personas.