Los cardenales preparan el cónclave secreto en el Vaticano para elegir al nuevo papa, mientras que la única mujer que se ha visto participar en la preparación del evento es la costurera a cargo de confeccionar los manteles que cubrirán las mesas.

Ante esta situación, la sacerdotisa estadounidense que fue excomulgada y detenida este jueves cuando se manifestaba frente al Vaticano para pedir que la Iglesia acepte la ordenación de mujeres, manifestó que le parece inadmisible que en el cónclave sólo voten hombres.

“Es una broma: la elección de quien guiará a los católicos del mundo entero la hacen solo hombres. No tener en cuenta la opinión de la mitad de la humanidad, es como dar una bofetada a Dios”, declaró Janice Sevre-Duszynska.

Con una pancarta que decía “¡Las mujeres sacerdotes están aquí!”, Sevre-Duszynska quería llamar la atención sobre la ausencia de voces femeninas en el cónclave.

“¡Mientras los cardenales se reúnen en cónclave, mujeres son ordenadas en el mundo entero!”, afirmó. “Hay cerca de 150 sacerdotisas en el mundo. Los fieles están listos para el cambio”.

Observadores del Vaticano afirman que ninguno de los 115 cardenales electores entre los que se elegirá el próximo papa parece dispuesto a dar un vuelco en la materia. En efecto, la Iglesia insiste en que las mujeres no pueden ser sacerdotisas porque los apóstoles de Jesús eran todos hombres. No obstante, partidarios de la ordenación de las mujeres esperan que el próximo papa abra un debate sobre el papel de la mujer en la Iglesia.

“Necesitamos reformas estructurales generales. La mujer puede ayudar a aportar una mayor transparencia”, declaró la teóloga Cristiana Simonelli. “Por ejemplo, su exclusión vuelve doblemente difícil tratar temas de sexualidad y abusos”.

“El Vaticano no está en contacto con la realidad. Reprende a las supuestas monjas radicales por atreverse a unirse al debate sobre temas políticos y sociales, pero no se da cuenta de que tenemos más fe (…) que ellos”, puntualizó otra sacerdotisa.

Pese a estas quejas, el Vaticano es una de las regiones que presenta mayores avances en materias de igualdad entre ambos sexos. Recordemos que alrededor de 20% de los empleados al interior del pequeño Estado son mujeres (secretarias, arqueólogas, restauradoras o periodistas) y ganan lo mismo que los hombres que ocupan puestos comparables.

Durante el pontificado de Benedicto XVI, el periódico oficial del Vaticano, l’Osservatore Romano, publicó un encarte mensual titulado “Mujeres, Iglesia, Mundo” y la periodista de plantilla Lucetta Scaraffia afirma que se debatía el papel no reconocido de la mujer en la Iglesia.

“De cualquier forma los puestos más altos están fuera de alcance (de las mujeres), porque el derecho canónico dice que sólo quienes han sido ordenados pueden ocuparlos”, estimó Sailer.