El presidente Barack Obama ordenó este viernes el recorte de 85.000 millones de dólares en el presupuesto (39.950 billones de pesos).

El mandatario cumplió con su obligación legal al poner en marcha este recorte automático en los gastos domésticos y de defensa, tras el fracaso de los esfuerzos para alcanzar un acuerdo entre republicanos y demócratas para reducir el déficit fiscal.

Esto podría enlentecer la economía de Estados Unidos y afectar el empleo, tras responsabilizar a los republicanos por negarse a detener esta reducción automática.

El viernes, Obama había descrito el recorte como “estúpido”, alegando que costaría empleos y tendrá un impacto negativo en la economía del país. Además, acusó a sus adversarios republicanos de ser responsables de esta situación.

“En ausencia de una decisión del presidente (republicano) de la Cámara de Representantes John Boehner y otros para anteponer los intereses de las familias de clase media a los imperativos políticos, estos recortes entrarán en vigor”, decretó.

Los 85.000 millones representan una reducción del 8% para el presupuesto de defensa y 5% para otras ramas, lo que de acuerdo con la administración demócrata significaría una interrupción de los servicios públicos, teniendo en cuenta la necesidad de imponer licencia sin sueldo para cientos de miles de personas.