El pianista chileno, Roberto Bravo, brindó un espectáculo de calidad al interpretar las obras del bandoneonista y compositor argentino, Astor Piazzolla. Instancia que aprovechó para dar inicio a sus 50 años de trayectoria musical.

La Ilustre Municipalidad de Macul invitó a sus vecinos a participar del concierto que durante doce años consecutivos, y haciéndolo coincidir con el día del “roto chileno” (20 de enero), ha brindado el Embajador Cultural de Chile para la comunidad y de manera gratuita.

En esta ocasión, en que asistieron más de tres mil personas, el pianista ofreció una obra musical que consideró 14 temas y donde fue acompañado por los músicos Nelson Arriagada, violonchelo; Rodolfo Jorquera, bandoneón; Monserrat Prieto, violín y Katy Campos en la interpretación.

Monserrat Prieto, violinista, debutó con el pianista y expresó que sintió muy bonita la recepción de la gente, “el cariño que le tienen a Roberto es increíble”.

El público disfrutó de las composiciones vanguardistas (para esa época) de Astor Piazzolla con sus respectivas típicas tangueras, tales como, Balada para un Loco, Chau París, Libertango, Soledad, Milonga del Ängel, Adiós Nonino, S´il Vous Plait, entre otros. Además, piezas de la ópera María de Buenos Aires, como “yo soy María” y “milonga de la anunciación”.

Katy Campos, quien interpretó algunas canciones, comentó: “La luna está llena y sentí una energía muy poderosa del público, la pasión real de la música de Piazzolla”.

“Estoy encantado, yo vibro con cada nota de esta música. Además nos dimos cuenta que había más gente que nunca, es la magia de Piazzolla, su nombre atrae a la gente. Disfruté muchísimo”, confesó Roberto Bravo.

En su trayectoria musical, Roberto Bravo, sobrepasa los límites del perfil de un pianista clásico. él vibra con todos los aspectos de la música popular, literaria y poética, en el marco de una sociedad mejor, más justa y liberadora del ser humano. Por ello, interpreta y lleva su música, tanto al público que sigue la música clásica como a aquellos que no pueden acceder directamente a ella: los mineros, los campesinos; los ‘pobladores’ de los barrios pobres y marginales; los mapuches; a las personas en misión en el territorio Antártico, en el Polo Sur y a los habitantes de Isla de Pascua (Rapa Nui) situada en el medio del Océano Pacífico.

Numerosas personalidades nacionales se unieron a él, para crear la Fundación Roberto Bravo, con el propósito de ayudar a través de becas, cursos y seminarios, a los jóvenes talentos musicales de Chile sin recursos financieros.

En 1990, el Gobierno Democrático de Chile, lo nominó ‘Embajador Cultural Honorario’. En 1995 recibió en Chile, el Premio Nacional de la Paz.

Más información: www.robertobravo.cl

http://www.youtube.com/watch?v=pBt_b1qGPEQ