La Corte Suprema ratificó que la Empresa de Ferrocarriles del Estado deberá indeminizar con $150 millones a la madre de un menor de cinco años que falleció mientras jugaba en una estación de trenes de Puerto Montt.

El accidente ocurrió el 16 de febrero de 1998 en la estación Alto La Paloma, cuando José Joaquín Guerrero Méndez, de 5 años de edad, cayó al interior de una instalación ferroviaria -conocida como tornamesa- que se utiliza para hacer girar las locomotoras sobre su eje. El menor quedó atrapado entre los rieles, unos de los cuales le destrozó el cráneo provocándole la muerte.

En fallo de primera instancia, el Trigésimo Juzgado Civil de Santiago había ordenado que EFE debía pagar $50 millones a la madre del niño, Ana Méndez Obando, como indemnización por el daño moral ocasionado. Pero, apelada la sentencia por ambas partes, la Corte de Apelaciones de Santiago aumentó a $150 millones la indemnización, sentencia ante la cual EFE presentó un recurso de apelación y casación ante el máximo tribunal del país.

La empresa alegaba que en el hecho también cabía responsabilidad del abuelo materno del menor, que estaba al cuidado del niño, así como también del cuidador del recinto, que a la hora del accidente no se encontraba en el lugar.

Sin embargo, en fallo unánime, la Tercera Sala de la Corte Suprema, compuesta por los ministros Sergio Muñoz, Pedro Pierry y María Eugenia Sandoval, confirmó la sentencia que ordena el pago de $150 millones a la madre de la víctima.

La Justicia ratificó así la responsabilidad de la empresa por no haber establecido medidas de seguridad que impidieran el acceso a una zona de alto riesgo, que se utilizaba para cambiar de vías a las locomotoras.