El Presidente Sebastián Piñera, al firmar este martes el proyecto de ley que crea la Agencia Nacional de Acreditación de instituciones de educación superior en reemplazo de la CNA, expresó que esto significa “un cambio profundo”, pues los procedimientos que va a utilizar dicha entidad serán “más integrales, más exigentes y más dinámicos”, y hará un seguimiento a las instituciones que han sido acreditadas.

El proyecto de ley que lleva la rúbrica también de los ministros de Hacienda, Felipe Larraín y de Educación, Harald Beyer, ingresará este martes al Congreso Nacional, pero no se definía esta mañana si su ingreso sería por el Senado o por la Cámara de Diputados.

El Presidente Piñera expresó que la actual Comisión Nacional de Acreditación (CNA) “por los hechos ha demostrado que no garantizó ni la calidad ni tampoco logró proteger a esa institución de las amenazas de la corrupción”.

El jefe de Estado sostuvo que la nueva Agencia “no va evaluar a las instituciones de educación superior por pedazos, sino que las va a evaluar en su conjunto; y los criterios de acreditación serán más exigentes, de forma tal que una acreditación signifique realmente el cumplimiento de ciertos estándares que garantice educación de calidad para los alumnos que ingresen a una institución”.

Agregó que la Agencia será más dinámica porque no va a ser simplemente “acreditarse y después hacer lo que cada institución quiere, sino que va haber un proceso de seguimiento, y si alguna institución se desvía de las condiciones que se establecieron al momento de acreditarse, tendrá que reacreditarse o perder su acreditación”.

Dijo que con esto se busca compatibilizar tres criterios básicos, primero libertad, para elegir la educación de los estudiantes; equidad, que ningún niño o joven se quede fuera de ningún nivel del sistema educacional por falta de recursos; y eficiencia, “que no basta con quererla o desearla, sino que realmente establecer los mecanismos de incentivo para que la educación, además de que sea de acceso a todos, y que tenga el financiamiento adecuado, garantice niveles de calidad”.

El mandatario llamó a los parlamentarios presentes en la ceremonia a que colaboren para que aprueben con “premura y con urgencia” el proyecto de ley que crea la Agencia de Acreditación, porque “es absolutamente necesaria”, y “pedirles también, abusando de su paciencia, que apuremos la aprobación de la Superintendencia de Educación Superior que lleva más de un año en el Congreso y que es absolutamente necesaria para que el ministerio de Educación pueda fiscalizar adecuadamente a las instituciones, y garantizar que la ley se cumpla y de esa forma cumplir con el rol que le corresponde al Estado de velar por la fe pública en el sistema educacional en nuestro país”.

Asimismo, sostuvo que la educación “es tal vez el desafío más grande que tiene nuestra sociedad para ser un país más desarrollado, más libre, más justo. La educación no es solamente un medio para adquirir mayores habilidades que pondremos en práctica en el mundo del trabajo, es también un fin para enriquecernos como personas y es ese doble rol el que debe guiar siempre las decisiones que tomamos en nuestro sistema educacional”, expresó el jefe de Estado, quien pronunció estas palabras afectado de una disfonía.

Al respecto, al iniciar su alocución, el Presidente dijo: “Mi mujer se está recuperando de una operación a la cadera y su marido se está recuperando de la garganta”.