Por años ha existido el mito de que el ajedrez es un juego sólo para hombres. Sin embargo, la húngara Judit Polgar demostró lo contrario luego de que hace unos días le ganará al actual número uno del mundo, Magnus Carlsen.
Si bien la victoria no duró mucho para Polgar, ya que más tarde perdió la final de la competencia denominada la “Gran Fiesta Internacional del Ajedrez de México”, el hecho fue celebrado por los demás ajedrecistas.
Según un análisis realizado por el medio español ABC.es, lo que tiene a los expertos del juego tratando de dar explicaciones es por qué no hay más mujeres del nivel que exhibe Judit Polgar al momento de jugar ajedrez.
Las primeras hipótesis explican que las razones se basan en las diferencias biológicas, psicológicas, razones sociales y familiares e incluso en la importancia de la resistencia física que presentan los dos géneros.
La ajedrecista cubana Lisandra Ordaz añadió que la preparación física es otra de las causas: “Muchas mujeres somos vagas en ese aspecto y no hacemos la preparación correcta. A menudo jugamos durante seis o siete horas y a partir de la quinta ronda se nota el agotamiento. El hombre ahí nos supera”.
En tanto, la española Olga Alexandrova afirmó que “las mujeres, a partir de cierta edad, se ocupan más de la familia (…) La mayoría de los jugadores profesionales solo se dedican al ajedre, pero si una mujer quiere hacerlo puede conseguirlo, como demostró Judit Polgar”.
Por otra parte, un estudio japonés publicado el 2011 relacionó el “instinto asesino” de los deportistas con sus niveles de testosterona. Esto se traduce en que aquellos hombres que producen más testosterona, sienten mayor placer al ganar y se vuelven más competitivos.
Finalmente, las estadísticas también revelan que los seguidores de esta rama son en su mayoría hombres; cifras que se ven reflejadas en la lista de los mejores del mundo, la cual sitúa a pocas mujeres en el ranking: Judit Polgar se ubica en el número 8 del ranking, seguida por Humpy Koneru en el lugar 98 y Hou Yifan en el número 208.
