El nutriólogo de Red Salud UC, Manuel Moreno, advirtió que la diabetes de no ser tratada adecuadamente provoca una serie de enfermedades asociadas, y el principal afectado es el corazón, generando riesgo de ataques cardíacos.

“Pero también se ven afectados los ojos, riñones hasta llegar el punto de diálisis, trastornos de circulación en las extremidades inferiores que hace perder la sensibilidad, aumento del colesterol y por ende aumento de riesgo de trombosis o embolias, entre otras manifestaciones”, agregó el facultativo.

“Un 9,4% de la población chilena presenta Diabetes”, según la última Encuesta Nacional de Salud. Es decir, un millón y medio de chilenos tiene la enfermedad y lo más alarmante es la edad en la que se desarrolla, cada vez son más jóvenes las personas diagnosticadas. Antes se presentaba pasado los 30 años, actualmente se ve más en adolescentes, provocado por el sedentarismo, obesidad y mala alimentación, dijo el especialista de la Red Salud UC.

“Esta enfermedad se va desarrollando de manera progresiva, lo que se ve agravado si hay antecedentes familiares. En el caso del tipo 2, el organismo le cuesta mucho más generar insulina, lo que hace mucho más difícil controlar los niveles de azúcar en la sangre”, explicó el nutriólogo.

La diabetes es una enfermedad que provoca que los niveles de glicemia (cantidad de azúcar en la sangre) aumenten por encima de niveles normales. Se considera “normal” cuando los parámetros de glicemia son hasta 126 milímetros en ayuna o inferiores a 200 después de 2 horas de ingerida la glucosa en el Test de Tolerancia a Glucosa (TTG).

Si al realizarse las mediciones se detectan valores mayores a los indicados, se puede diagnosticar la diabetes lo que significa que nuestro organismo tiene incapacidad de generar suficiente insulina para regular el azúcar que ingiere nuestro cuerpo.

Sobre los síntomas que pueden llevarnos a sospechar de la presencia de diabetes, Moreno expresó que hay que poner mucha atención, pues hay ocasiones en que la enfermedad no produce síntomas.

“Hay personas que pueden pasar mucho tiempo con diabetes sin presentar mayores molestias. Pero se debe sospechar en aquellas personas que están comiendo mucho, que toman mucho líquido por una necesidad imperiosa y que orinan constantemente. Esa es la triada clásica que puede diagnosticar a una persona diabética”, manifestó Moreno.

Una vez diagnosticada el diabético debe iniciar un tratamiento de manera inmediata de acuerdo al tipo. Para diabetes tipo 1 -caracterizada por una destrucción selectiva de las células beta del páncreas causando una deficiencia absoluta de insulina– se debe tratar con insulina inyectable. Para la tipo 2, sólo es necesario controlar la dieta y en algunos casos utilizar medicamentos.

Sin embargo, la realidad no es sombría ni irreversible en torno a la diabetes tipo 2. Al ser provocada por el sedentarismo y la obesidad, la realización de ejercicio físico por lo menos tres veces por semana por una hora y teniendo cuidado en la alimentación de manera de evitar la obesidad, es decir bajar la cantidad de carbohidratos (pan, arroz, fideos), cuidar la cantidad de azúcar refinada que se ingiere (bebidas de fantasía, dulces y chocolates) y aumentar el nivel de frutas y verduras que no tengan altas concentraciones de glucosa, colaboran eficientemente en prevenir la enfermedad y tener una mejor calidad de vida.