La Asociación de Canalistas del Laja se sumó a las críticas por la decisión de la Dirección de Obras Hidráulicas, de pedir los derechos de aprovechamiento de agua sobre el río del mismo nombre.

Lejos de aplacarse las críticas tras la decisión de la DOH, se han incrementado desde distintos sectores. Pese a que la directora regional del organismo, Ana Teresa González, le restó dramatismo al tema afirmando que de esta nueva forma se dará un uso adecuado del recurso natural, el conflicto continúa.

La información, divulgada la semana pasada por el diputado Joel Rosales, fue tomada como un verdadero balde de agua fría por los dirigentes sociales de los Saltos del Laja, que temen que nuevas extracciones sobre el río hagan desaparecer las populares cascadas.

En este contexto Héctor Sanhueza, administrador de la Asociación de Canalistas del Laja, sostuvo que si se aprueban los derechos, entre octubre y marzo no quedará agua en las famosas cascadas.

Según Sanhueza, las aguas pedidas por la DOH se usarán para el canal Laja-Diquillín, situación que implicará aumentar cuatro veces el requerimiento hídrico sobre el río Laja.

El directivo de la Asociación de Canalistas del Laja, entidad que hace ya 20 años se opuso a una petición similar sobre las aguas de ese curso fluvial, aseguró que están analizando en detalle la situación con el fin de definir los cursos de acción.