Una investigación en la Corte de Apelaciones, otra en la Fiscalía Militar y otra administrativa enfrenta el jefe del Regimiento Reforzado Chacabuco de Concepción, coronel Eduardo Rodríguez Fernández, a raíz de graves denuncias efectuadas por un oficial de Ejército de esa unidad.

El capitán Carlos Aguayo acusa a su superior de aplicarle una sanción a través de un irregular procedimiento, y mediante la utilización de pruebas adulteradas.

Los hechos que desencadenaron la apertura de acciones legales y administrativas se suceden a partir de la campaña militar realizada por el Regimiento Chacabuco en la localidad de Unihue, en la Séptima Región, entre el 31 de abril y el 25 de mayo pasado.

Al concluir el ejercicio, el capitán Aguayo denuncia que fue acusado de haber participado en una noche de juerga en la localidad de Chanco, junto a otros uniformados, sin el permiso correspondiente.

Tras negar la situación y rechazar la sanción de 10 días de arresto y anotación en la hoja de vida que lo dejaría al borde de la baja, finalmente se le castigó por ingerir dos copas de vino mientras se desempeñaba en la campaña.

La resolución final le fue comunicada a Aguayo el 29 de agosto, tras un proceso que al calificar de ilegal y arbitrario lo llevó a presentar un recurso de protección, además de una denuncia ante la Primera Fiscalía Militar por el delito de falsificación de instrumento militar.

Esta última acción legal se funda en una prueba que, según el capitán de Ejército, fue adulterada por orden del comandante del Regimiento Chacabuco. Denuncia a cargo de la fiscal Vanesa Román que habría llevado a la Comandancia en Jefe del Ejército a iniciar un sumario administrativo.

El tribunal de alzada penquista espera un informe requerido al Ejército antes de resolver el recurso de protección, sin embargo el jefe del Regimiento Reforzado pidió esta semana un plazo extra para su preparación.

Radio Bío Bío intentó obtener la versión del coronel Rodríguez y del denunciante, sin que éstos respondieran a las solicitudes.