Los dirigentes secundarios y universitarios realizaron un duro balance de la jornada de movilización nacional, cuya marcha central en Santiago fue reprimida por Carabineros al no contar con autorización.

En Santiago la marcha que se inició en Plaza Italia fue interrumpida por Fuerzas Especiales, dando pie a incidentes que terminaron con enfrentamientos y la quema de 3 buses del Transantiago.

La presidenta de la ACES Eloísa González emplazó a las autoridades, advirtiendo que “les quedan pocos meses” para cumplir con sus demandas, “sino vamos a tomar cartas en el asunto con la funa a las elecciones municipales en octubre”.

La dirigente hizo un llamado a un cacerolazo para las 20 horas, en todas las ciudades de Chile, en apoyo a los estudiantes.

El presidente de la FECH, Gabriel Boric, señaló que no van a “aplaudir” cualquier iniciativa que presente el Gobierno y que los proyectos presentados en el Congreso no responden a sus demandas, acusando “portazos” a sus propuestas.

Respuesta a Chadwick por incidentes

El Gobierno en voz de su vocero, Andrés Chadwick, salió a condenar la violencia y responsabilizó directamente a los dirigentes que convocan a “marchas ilegales”.

Al respecto, Boric respondió que los estudiantes “no se sienten por sobre la ley; quienes están por sobre la ley son los empresarios de la educación”.

Sobre los desórdenes que nuevamente invadieron las calles de Santiago, el dirigente de la Confech afirmó “la violencia se soluciona entregando respuesta a nuestras demandas”:

Sobre las acusaciones de montajes de parte de Carabineros para causar desórdenes, Boric afirmó que se deben investigar estas denuncias y que no corresponde a ellos confirmarlas.

Por su parte, el presidente de los estudiantes de la Universidad Católica, Noam Titelman, afirmó que “la frustración acumulada desembocó en lo sucedido hoy”.