El Partido Progresista (PRO), liderado por el ex candidato a La Moneda Marco Enríquez-Ominami, se manifestó en contra de la destitución del ahora ex presidente de Paraguay, Fernando Lugo, argumentando que “el juicio político que realiza el Congreso controlado por la oposición, no puede ser leído como elección democrática, sino como un ‘golpe parlamentario’ para destituir al gobernante democráticamente electo y designar ‘por secretaria’ a un sustituto”.

Asimismo, agregó que “la historia de nuestro continente ha demostrado que esta forma de llegar al poder tiene como consecuencia dividir al país en dos bandos, entre aquellos que apoyan al presidente, legítima y legalmente electo, y a sus detractores. Experiencias que han terminado la mayoría de las veces en guerras civiles”.

Por ello, “los cálculos estrechos de la ‘partidocracia’ paraguaya de realizar un juicio político abreviado al presidente Fernando Lugo están lejos de cualquier tipo de ética de la responsabilidad, por el contrario, la impaciencia de no esperar hasta las próximas elecciones presidenciales del año 2013″, manifestó el PRO a través de una declaración pública.

Además, hizo un llamado a la clase política paraguaya a respetar la continuidad del mandato presidencial, y buscar una salida democrática a la crisis, “de carácter inclusiva, limpia, competitiva y pública”, con el objeto de evitar cualquier tipo de conflicto y mantener la paz social.

Asimismo, llamó a las organizaciones internacionales como Unasur, y en especial al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, a no escatimar esfuerzos en la promoción de una solución legítima y legal a la crisis política de Paraguay.