La eventual “presidencialización” de la Junta Nacional de la Democracia Cristiana de este fin de semana, abrió un áspero debate entre parlamentarios falangistas.

Las diferencias que la definición presidencial genera dentro de la Democracia Cristiana reaparecieron, luego que 15 de sus 19 diputados pidieran que la Junta Nacional de esta sábado postergue cualquier pronunciamiento sobre el tema.

La petición fue una respuesta a declaraciones del precandidato presidencial Claudio Orrego, quien dijo que no puede creer que por obtener un cargo público haya dirigentes que prefieran no tener un abanderado de sus filas.

El grupo correponde al sector del partido que promueve abiertamente el apoyo directo a la ex presidenta Michelle Bachelet, en contraste con quienes estiman que la DC debe presentar un candidato propio a la primaria que elegirá al abanderado de la Concertación.

Los legisladores que no quieren que el tema se aborde en el encuentro, sostienen que éste debe centrarse en las elecciones municipales.

El diputado y vicepresidente de la colectividad, Fuad Chahín, aseguró que este argumento es sólo una excusa, detrás de la cual se oculta el deseo de que la Democracia Cristiana no presente un abanderado propio.

Desde el sector que está por el apoyo a Bachelet, el diputado Gabriel Silber negó que la intención sea inhibir la elección de una abanderado DC para la primaria del próximo año.

Dijo que, incluso, no habría problema en que la Junta Nacional defina un cronograma para ello, pero agregó que “presidencializar” el encuentro sería una falta de respeto hacia los candidatos del partido para los comicios comunales de octubre.

Este sector de la Democracia Cristiana estima que la definición presidencial está directamente vinculada al resultado que el partido obtenga en las elecciones municipales.