La agencia estadounidense para la seguridad de las carreteras (NHTSA) anunció el jueves que ampliará a 5,1 millones de coches una investigación abierta en 2010 a vehículos Jeep para estudiar el riesgo de incendio relacionado con la posición del tanque de combustible.

Según la NHTSA, perteneciente al Departamento de Transporte, los datos recogidos hasta ahora “indican que los incendios y los problemas de depósito de gasolina tras un choque por detrás son más frecuentes en los modelos Jeep Grand Cherokee”, de la firma Chrysler, que en vehículos parecidos no pertenecientes al mismo fabricante.

Asimismo, el análisis hecho a otros tres modelos de Jeep apunta a “más accidentes mortales con incendio tras un impacto por detrás”, de acuerdo con NHTSA.

La agencia destaca que el depósito de gasolina de los Jeep Grand Cherokee, bajo estudio desde agosto de 2010, tiene la particularidad de estar situado “detrás del vehículo, entre el parachoques y el eje”, además de estar fabricado en plástico. En los Jeep Cherokee y Jeep Liberty, el tanque de combustible también se encuentra en la parte trasera.

La investigación quiere determinar “si los vehículos en cuestión tienen un error que presenta un riesgo de seguridad poco razonable”.

Chrysler, del grupo italiano Fiat, aseguró que se trata de una investigación, no de “un aviso”, pero adelantó que “cooperará plenamente” con la NHTSA.

El constructor automovilístico recordó que él mismo realizó su propia investigación, que le llevó a concluir que “las colisiones por detrás que acaban en un incendio son extremadamente raras y que no suceden más a menudo en los Jeep Grand Cherokee (construidos) de 1993 a 2004 que en vehículos equivalentes”.