El holandés Arjen Robben, atacante del Bayern de Múnich, aseguró este jueves que está listo para enfrentarse al Chelsea el sábado (18h45 GMT), en la final de la Liga de Campeones, a pesar de comenzar la semana con un resfriado que le impidió entrenarse con normalidad.

Robben, de 28 años, regresó este jueves a los entrenamientos con su equipo, que recibirá en su estadio, el Allianz Arena de Múnich, al conjunto inglés.

“Acabo de pasar un resfriado, pero sólo quería asegurarme de no perder energía”, explicó Robben, que partició en una sesión de 45 minutos junto al resto de sus compañeros.

El internacional y exjugador del Real Madrid afirmó que sólo se perdería una final de la ‘Champions’ si se encontrase postrado en una cama.

“Sólo una fiebre de más de 40 grados me mantendría lejos de la cancha. Estoy bien”, tranquilizó el holandés, un jugador propenso a las lesiones.