La beba prematura Luz Milagros, dada por muerta el martes en un hospital de la provincia argentina de Chaco (noreste) pero hallada con vida en la morgue 12 horas después, sufrió el viernes un paro cardiorrespiratorio y sigue grave, informó una fuente médica.

“Realizó un paro cardiorrespiratorio que necesitó maniobras de reanimación avanzada. Presenta descompensación clínica, con hemorragia pulmonar y digestiva”, dijo a la prensa Diana Vesco, jefa del servicio de Neonatología del Hospital Perrando de Resistencia, a 1.000 km al norte de Buenos Aires.

La salud de la recién nacida se había agravado el jueves con una infección, cuadro por el cual “se le suministran antibióticos de alto espectro”, dijo Vesco.

El caso de la beba causó conmoción al conocerse que, luego de nacer seismesina el 3 de abril, con apenas 800 gramos, los profesionales a cargo firmaron su acta de defunción.

La madre, Analía Bouter, dijo a las autoridades del hospital que quería verla y al ser abierto el pequeño ataúd, la mujer escuchó un gemido.

“Estaba tapadita y llena de algo parecido a la escarcha”, dijo Bouter.

Las autoridades sanitarias iniciaron una investigación sobre la responsabilidad de los profesionales que atendieron el parto.

El director del hospital, José Luis Meirino, explicó la sobrevivencia en la posibilidad de que “haya ocurrido una hipotermia, que produjo una hibernación y mantuvo los signos vitales”.