La militante china Ni Yulan fue condenada a dos años y ocho meses de prisión y su esposo, Dong Jiqin, a dos años, anunció el martes un portavoz del tribunal de Pekín, que sentenció a los activistas, que dieron ayuda legal a víctimas de las expropiaciones.

Ni, que ha estado ya varias veces a la cárcel, de donde ha salió lisiada, y Dong, fueron acusados en un juicio sumario realizado en diciembre de “provocar disturbios” y de “destrucción de bienes pública y privada”.

La pareja fue arrestada en abril de 2011, cuando decenas de militantes vieron sus libertades restringidas o suprimidas por las autoridades, inquietas por el riesgo de la propagación de la revuelta de la primavera árabe a China.

Ni y Dong, que dieron ayuda legal a numerosas familias que eran víctimas de las expropiaciones en China, comenzaron a batallar con las autoridades en 2001, cuando su casa en Pekín fue programada para la demolición.

Según Amnistía Internacional, durante su detención en 2002, Ni resultó con las rótulas y los pies rotos, lo que explica que ahora tenga que moverse en una silla de ruedas.

Ni, que estudió abogacía, fue condenada a un año de prisión en 2002 por “obstrucción de asuntos oficiales” y luego, en 2008, a dos años por “daños a la propiedad pública”, cuando trataba de salvar su casa de la demolición.

Esta mujer de 51 años y en mal estado de salud, cuya situación es vigilada de cerca por Estados Unidos y la Unión Europea, fue excluida del ejercicio de su profesión en 2002.