La balacera que costó la vida a un joven carabinero plantea muchas preguntas sobre el procedimiento que se llevo a cabo esta madrugada en la comuna de San Joaquín, en Santiago.

Además, esta lamentable situación debe servir para que la sociedad asuma que existe una delincuencia más potente y con más recursos y que obliga a los policías a actuar con nuevos y peligrosos métodos.

Algunas de las interrogantes que quedan son:

- Los guardias de seguridad habrían bajado a consultar a las personas a bordo del vehículo qué hacían allí. Estos se identificaron de manera hostil como carabineros, generando preocupación y duda en los guardias. Su llamado a la PDI quedó grabado.

- Carabineros informó a la PDI que NO tenían conocimiento de la presencia de un vehículo de la institución en el lugar. Por lo tanto, los detectives se dirigen predispuestos a encontrarse con delincuentes.

- Tras el enfrentamiento, los policías se comunicaron con la central, manifestando su confusión y sin saber aún si se trataba de carabineros. La conversación quedó grabada.

- ¿Qué hacían en concreto esos efectivos de Carabineros en el lugar? Se dijo que quizá estaban descansando tras un patrullaje rutinario. ¿Por qué la jefatura no sabía que estaban ahí?

- Se dijo también, que los carabineros habrían estado esperando un robo a un cajero automático. Sin embargo, no hay ningún cajero automático al menos a 3 cuadras del sitio del suceso.

Pero más allá de las preguntas, hay una labor policial con funcionarios de civil que parecen cualquier cosa menos policías. Lo anterior, porque se requiere que pasen desapercibidos para introducirse, peligrosamente, en el mundo de los delincuentes, por lo que se podría indicar que caminan al filo de la corniza, pero para ello se debe mantener equilibrio.

¿Puede un funcionario de 21 años tener el temple necesario para realizar este tipo de operaciones?.

El comentario es de Nibaldo Mosciatti de Radio Bío-Bío.

http://youtu.be/6Yj6HA-YF5g