Murales de principios del siglo pasado que adornaban el interior de la Iglesia Jesuita del Sagrado Corazón en Valparaíso, estuvieron ocultos bajo capas de pintura y fueron descubiertos en pleno proceso de restauración post terremoto.

Este hallazgo patrimonial fue destacado como el más importante de los últimos años, fueron descubrimiento una serie de murales que se encontraban bajo la pintura interior de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, hasta el lugar llegó el Ministro de Cultura, Luciano Cruz Coke, para interiorizarse sobre el tema.

Todo se inicio el año 2010 a través de un proyecto de recuperación que se esta desarrollando con fondos del Consejo de Cultura, en el recinto perteneciente a la orden jesuita y que buscaba reparar parte de los daños sufridos por el terremoto del 27 de febrero del 2010

Según la Directora del Proyecto, Macarena Carroza, en el proceso de recuperación se logró encontrar murales que adornan el Vía Crucis, además de delicadas láminas de oro en las columnas del templo y ornamentación en el techo, entre otras cosas.

Por su parte, el Minisitro Cruz-Coke señaló que el proyecto de restauración tiene un costo de 240 millones de pesos, y que esto sería “un verdadero milagro de Semana Santa”.

De acuerdo a los antecedentes recopilados en la investigación, en el año 1904 la comunidad jesuita junto a la clase social adinerada de Valparaíso, mandaron a confeccionar los vitrales y las figuras del Via Crucis a Alemania desde donde llegaron sacerdotes y artistas jesuitas a instalar las obras y a pintar los murales.

En las primeras décadas del siglo pasado, por razones que se desconocen, se decidió pintar el interior, aún cuando algunas teorías indican que en un período en que la Iglesia intentó demostrar austeridad y no la opulencia que la caracterizaba, se ordenó cubrir con pintura todo lo que pudiera generar criticas, manteniendo hasta ahora ocultos los murales y los colores de las figuras del Vía Crucis.

Otra posibilidad es que tras los daños de incendios, inundaciones y terremotos las obras decorativas quedaran escondidas bajo capas de pintura blanca que se aplicaron en la restauración de la que la Iglesia fue objeto en 1962, luego de un siniestro que afectó la techumbre, el altar y la sacristía. Un procedimiento similar se habría repetido luego de terremoto de 1985.

La Iglesia de la orden de los jesuitas, declarada Monumento Histórico en 2003, se inserta a los pies del cerro Larraín y es la primera Iglesia de la orden que comenzó a construirse en el mismo lugar en 1854, dando origen al trazado del sector El Almendral.

El referente para su construcción, a cargo del Ingeniero Nicanor Marambio, fue la Basílica Romana de Santa Sabina. No obstante ésta tiene las columnas de mármol, mientras que la iglesia porteña, de madera.

El hallazgo se transforma en el más importante de la ciudad en materia religiosa, ya que una vez finalizados los trabajos de recuperación, se podrá apreciar cómo era originalmente la iglesia.

El sacerdote Cristian Meneses se mostró sorprendido por el descubrimiento que viene a recuperar parte de la historia de la congregación en Valparaíso.

El Programa de Reconstrucción Patrimonial del Consejo de la Cultura ha beneficiado la restauración de 37 iglesias que, debido a las consecuencias del terremoto de 2010 o simplemente a causa del paso del tiempo, se han visto seriamente deterioradas.

De estos inmuebles, 10 ya fueron inaugurados el año pasado, como por ejemplo el Santuario Santa Rosa de Pelequén, la Iglesia de las Carmelitas de Viña del Mar, la Catedral de Concepción, el Santuario de Yumbel, la iglesia La Matriz de Curicó, entre otras.

El proyecto final estará terminado en el próximo mes de octubre donde se espera recuperar todos los frescos.

[Gallery 1036 not found]