Un reportaje de Ciper Chile que devela el vínculo que mantuvo Eugenio Díaz Corvalán, actual consejero de la CNA (Comisión Nacional de Acreditación) y presidente subrogante de la institución durante 2010, con la Universidad del Mar durante su proceso de acreditación, ha puesto en tela de juicio la institucionalidad que busca velar por la calidad en la educación superior.

Luego de 3 intentos fallidos -los años 2005, 2007 y 2008- la casa de estudios superiores logró su acreditación el 1 de diciembre de 2010, momento en que Díaz ejercía la presidencia subrogante del consejo acreditador. Un mes después de oficializarse, la Universidad firmó un contrato con la “Sociedad Gestión Limitada”, empresa de la que el consejero y su familia eran socios, lo que actualmente está siendo revisado por Contraloría.

Según consta en el contrato, esta asesoría sería “un acompañamiento a los directivos y académicos de la universidad en el proceso de reacreditación institucional desde sus inicios hasta que finalice completamente”. Detalla que este “acompañamiento” consistirá en “el levantamiento de un diagnóstico inicial, el diseño de acciones de mejoramiento que se hagan cargo de las debilidades detectadas por la CNA, la implantación de las mismas, la elaboración del informe de autoevaluación institucional, análisis del informe de comité de pares y réplica institucional (a la CNA)”.

Díaz en la Universidad del Mar

Díaz en la Universidad del Mar

El contrato, fuera del monto comprometido -60 millones de pesos- por el logro de la Acreditación, fija bonos escalonados de acuerdo a la cantidad de años totales que obtengan de la misma.

Diversos registros demuestran que Díaz realizó una serie de seminarios, además encuentros con los directivos y docentes de la Casa de Estudios, por lo que el Consejero se habría desempeñado en ambas partes del proceso mientras buscaban acreditar las carreras de Pedagogía en Educación Diferencial y Pedagogía en Educación Musical. Esto pese a que, en virtud de su investidura, debía revisar los informes y aprobar la acreditación.

Cabe consignar que la normativa de la institución no es clara respecto de estos casos, pues señala que bastaría sólo con que Díaz se hubiera abstenido de asistir a las votaciones para descartar cualquier irregularidad. Sin embargo, en otro punto señala que es “incompatible” que los miembros mantengan actividades que “impliquen una relación laboral”, esto hasta 6 meses después de haber cesado la relación laboral.

Al ser consultado por su vínculo, Díaz descartó de plano cualquier irregularidad, mientras que desde la Universidad del Mar señalaron que recurrieron al Consejero en virtud de sus capacidades profesionales.

La CNA por su parte, expresó que sólo se referirían al tema a través de los medios dispuestos por la ley de transparencia.

Puedes revisar el reportaje realizado por Ciper Chile aquí.