A un mes del Carnaval, la justicia brasileña levantó el secreto bancario y fiscal de la asociación que organiza en el Sambódromo de Rio de Janeiro los lujosos desfiles del Carnaval y sospecha de seis escuelas de samba supuestamente vinculadas al juego clandestino.

Esta decisión del domingo forma parte de la “operación Huracán”, lanzada en 2007 contra los patrocinadores del ‘jogo do bicho’ (lotería clandestina), que financian muchos de los desfiles con fondos que llegan hasta los 4 millones de euros (unos 5,07 millones de dólares), precisó la prensa local el lunes.

Un estudio mostró que al menos 35 millones de reales (unos 19,5 millones de dólares) de la Liga Independiente de Escuelas de Samba (LIESA) tiene un origen confuso, aunque su presidente, Jorgen Castanheira, negó cualquier irregularidad con las arcas de la institución.

“La LIESA no hizo ningún movimiento (de dinero) sospechoso”, dijo, citado por el diario O Globo en su edición del lunes.

La mafia del ‘jogo do bicho’ y máquinas tragamonedas han estado en la mira de la policía y la justicia brasileña por muchos años y aunque varios de los supuestos implicados fueron arrestados, terminaron siendo puestos en libertad.

Las seis escuelas sospechosas son Beija-Flor, Imperatriz Leopoldinense, Vila Isabel, Mocidade Independente, Viradouro y Grande Rio. Tres de ellas desfilan en el Sambódromo.

Según O Globo, estas escuelas podrían tener ahora problemas para financiar las carrozas y disfraces.

La policía ofreció una recompensa de más de 2.700 dólares a cualquiera que dé alguna información sobre siete sospechosos en fuga, incluido el presidente de honor de Grande Rio, Helinho de Oliveira.

El 20 de diciembre, la policía se incautó de 3 millones de reales (unos 1,69 millones de dólares) en casa de Oliveira, en billetes de 50 y de 100. Las autoridades tuvieron que usar un carrito de supermercado para trasladar el dinero decomisado.

El miércoles pasado, Aniz Abraao David, de 75 años, presidente honorario de la escuela Beija-Flor, campeona del Carnaval de Rio en 2011, fue preso y acusado de formación de bandas armadas, lavado de dinero, contrabando y corrupción. Estaba prófugo desde diciembre.