La Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina (Conea) se mantenía este domingo en alerta ante la posibilidad de que los restos de la sonda rusa Fobos-Grunt, que fracasó en su misión espacial, caigan sobre territorio del país sudamericano.

“No se puede descartar que el reingreso (a la atmósfera terrestre) suceda sobre territorio de nuestro país, ya que en el intervalo de tiempo dado (para la posible caída), la trayectoria del satélite pasa sobre territorio argentino en dos oportunidades”, dijo la Conea este domingo en su último parte de las 09:00 horas locales.

La agencia espacial rusa Roscosmos anuló sus predicciones sobre el lugar de la Tierra donde se abatirán los restos de su sonda defectuosa, que fracasó en su intento de dirigirse a un satélite del planeta Marte.

Pero en su último comunicado oficial, Roscomos publicó un mapa que cubre Sudamérica, África, Europa, Asia, Oceanía y los océanos Atlántico, Pacífico e Índico para el impacto que se estima se producirá este domingo entre las 10:36 y las 18:24 horas locales.

“Las órbitas que recorre la sonda pasan sobre los océanos y numerosos países, incluyendo varios de América del Sur, como Chile, Brasil y Argentina”, destacó la Conae.

La agencia espacial argentina estima el recorrido de la sonda en dos trazas que atraviesan suelo argentino de sudoeste a noreste, uno desde la provincia de Neuquén (sur) hasta Corrientes (norte) y otro en el norte de Santa Cruz (sur).

“La trayectoria del satélite pasa sobre territorio argentino en dos oportunidades, alrededor de las 13:18 horas y de las 14:50 hora del país trasandino, con una duración de cada paso inferior a los 6 minutos”, afirmó.

Conae destacó que según Roscosmos, la sonda “se desintegrará casi por completo durante su reingreso y la mayor parte de sus componentes se quemarán en la atmósfera, incluyendo el combustible”.

“Sin embargo, Roscosmos estima que unos 20 a 30 fragmentos sobrevivirán a la caída, con una masa total de unos 200 kg”, citó.

La Conae precisó que “Roscomos también ha informado que uno de los instrumentos científicos a bordo contiene unos 10 microgramos de Cobalto-57″, pero destaca que pese a ello la agencia rusa “no prevé riesgo de contaminación radioactiva”.