El recién asumido Presidente de la Corte Suprema, Rubén Ballesteros, defendió su participación en Consejos de Guerra durante la Dictadura, señalando que siempre resolvió conforme al marco legal.

Sin embargo, surgen críticas tanto de agrupaciones de Derechos Humanos como de abogados que participaron en esos Consejos, quienes indicaron que no hubo ninguna legalidad en la actuación de Ballesteros.

Tras los cuestionamientos presentados por familiares de víctimas de la dictadura militar al nombramiento de Rubén Ballesteros como nuevo Presidente de la Corte Suprema, éste se defendió señalando que resolvió “siempre conforme a derecho”.

Ballesteros dijo haber contribuido siempre “a la realización del derecho y la justicia”, en relación a su participación en Consejos de Guerra entre 1976 y 1978, durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Sin embargo, el abogado Hernán Montealegre, quien participó como defensor en dichos Consejos, señaló que no hubo ninguna legalidad en estas instancias y emplazó al Presidente de la Corte Suprema.

Montealegre dijo que en los procesos llevados por los Consejos de Guerra no se les daba tiempo a los abogados para presentar sus defensas, y agregó que Ballesteros tiene una responsabilidad ineludible en las ilegalidades que considera hubo en estas instancias.

En tanto, la Presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, Alicia Lira, consideró una vergüenza que Ballesteros sea Presidente de la Corte Suprema y, especialmente, que justifique su participación.

Rubén Ballesteros asumió el pasado viernes como Presidente de la Corte Suprema para el período 2012 y 2013.