La lucha contra el narcotráfico en Afganistán es un éxito gracias a las “increíbles” incautaciones efectuadas en 2011, estimó en conferencia de prensa este lunes Carsten Jacobson, portavoz de la ISAF, la coalición militar extranjera dirigida por la OTAN.

“El tráfico de estupefacientes ha sido un factor clave para el financiamiento de los insurgentes, pero esta fuente de ingresos disminuye. Las fuerzas de seguridad afganas, con sus asociados de la ISAF, han capturado cantidades increíbles de drogas ilícitas y de material vinculado, en 2011 con respecto a 2010″, se felicitó Jacobson.

Las capturas de opio aumentaron 13% y las de haschich 59%, mientras que las de marihuana y de morfina se multiplicaron por 12 y 10 respectivamente, según estadísticas de la ISAF que no comunicó las cantidades confiscadas.

“Las operaciones antidroga perturban con éxito las capacidades de los insurgentes para transformar el opio en heroína. En 2012 continuaremos sofocando los ingresos generados por la venta de drogas ilícitas”, afirmó el portavoz de la ISAF.

No obstante, el optimismo de la OTAN debe ser relativizado, pues la Oficina de Naciones Unidas contra la droga y el crimen (UNODC) indicó en octubre que la producción de opio en Afganistán había aumentado de manera importante (+ 61%) en 2011 con respecto a 2010, cuando había disminuido debido a la presencia de un parásito.

Para este año, la UNODC estima la producción potencial en 5.800 toneladas, contra 3.600 toneladas el año pasado, con un leve aumento de las superficies cultivadas (+ 7%) con respecto a 2009 y 2010, para establecerse a unas 131.000 hectáreas en 2011.

Después de una leva baja de la parte afgana en la producción global de 2010, Afganistán debería representar una vez más el 90% de la producción mundial de opio, con el sur del país, principal región afectada por la inseguridad, representando 78% de este total, según la UNODC.