El ministro brasileño de Trabajo, Carlos Lupi, presentó este domingo su “renuncia irrevocable” a la presidenta Dilma Rousseff, en medio de escándalos por irregularidades en su secretaría y convirtiéndose en el sexto ministro que deja el gobierno por denuncias de corrupción.

“Teniendo en cuenta la persecución política y personal de los medios que vengo sufriendo hace dos meses; tomando en cuenta la divulgación del parecer de la Comisión de Ética (…) decidí pedir la renuncia al cargo con carácter irrevocable”, informó en una nota.

“Salgo con la consciencia tranquila del deber cumplido, de mi honestidad personal y confiado en creer que la verdad siempre vence”, finalizó.

La semana pasada, la Comisión de Ética Pública de la Presidencia de Brasil recomendó la dimisión de Lupi, luego que sus explicaciones frente al escándalo no convencieran.

Una de las acusaciones contra Lupi, en el cargo desde 2007, es haber viajado en 2009 en un avión alquilado por una organización que después obtuvo contratos para llevar a cabo proyectos de ese ministerio.

Las denuncias comenzaron con un artículo de la revista Veja a inicios de mes, que relacionaba a un asesor del ministerio -ahora suspendido- con supuestos sobornos a organizaciones que suscribieron contratos con esa cartera.

Desde junio, Rousseff, en el cargo desde enero, perdió a cinco ministros clave por denuncias de corrupción, desvíos de dinero público u otras supuestas irregularidades, como enriquecimiento súbito, publicadas en la prensa: el de la jefatura de Gobierno, y los de Transportes, Agricultura, Turismo y Deportes.