El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguró este jueves que “Chile sigue desarrollándose”, y reafirmó las proyecciones de crecimiento económico en torno a 6,5% para este año y de 5% en 2012.

Al inaugurar el Encuentro Nacional de la Empresa (Enade), el secretario de Estado destacó que “nunca Chile se desarrolló como lo ha hecho bajo el modelo de economía social de mercado en las últimas tres décadas”, advirtiendo que “tenemos la obligación de perfeccionarlo para potenciar el desarrollo con creciente equidad, pero también de cuidarlo de apresuramientos que puedan frustrar nuestros objetivos”.

En este sentido, el jefe de las finanzas públicas ratificó las proyecciones de crecimiento económico del Gobierno de 5% para 2012, pero advirtió que frente a una eventual crisis internacional, “será difícil” conseguir dicha cifra.

Al respecto, el titular de Hacienda acotó que las estimaciones de crecimiento están hechas en un escenario que no contempla la crisis internacional como telón de fondo.

Sin embargo, y anticipándose a un escenario económico complejo, el ministro Larraín reiteró la existencia de un plan de contingencia elaborado por el Gobierno, para permitir enfrentar una situación adversa a través de medidas que buscan incentivar el empleo (planes de contratación directo y subsidios) y la inversión pública y privada.

En esta línea, el secretario de Estado cuestionó a quienes “piensan que todo se arregla con gasto público”, advirtiendo que ese concepto es uno de los factores que detonaron la actual crisis europea.

Pese a las negativas señales mundiales, el titular de Hacienda reiteró que es poco probable una recesión global, advirtiendo que “el escenario más probable es una recesión en Europa y desaceleración en el resto del mundo”.

Al concluir su intervención, el ministro Larraín hizo un especial llamado al empresariado a “cuidar lo que tenemos”, y aseguró que “cada uno de nosotros es responsable de hacer de Chile un país que crece a favor de todos los chilenos, y eso se logra a través del diálogo y los acuerdos, y no a través de las presiones y la intransigencia”, concluyó.