El presidente Barack Obama afirmó este jueves que la presunta conspiración en Estados Unidos para asesinar al embajador de Arabia Saudita era indiscutiblemente una acción de los iraníes y exigió respuestas de parte de altos funcionarios del gobierno de Teherán.

“Lo que sabemos es que un individuo estadounidense de origen iraní estuvo implicado en un complot para asesinar al embajador saudita (…) Sabemos también que tenía conexiones directas, estaba pagado y recibía órdenes de individuos de dentro del gobierno iraní”, dijo Obama durante un conferencia de prensa en la Casa Blanca.

“No habríamos presentado el caso a menos que supiéramos exactamente cómo probar las afirmaciones contenidas” en la denuncia, dijo el presidente, y agregó que altos funcionarios del gobierno iraní deben dar explicaciones.

Obama, que habló por primera vez a los medios este jueves sobre el supuesto complot, añadió que su administración se puso en contacto con sus aliados para transmitirle los hechos. “Pensamos que una vez que ellos lo hayan estudiado, no habrá discusión sobre que lo que sabemos es lo que realmente pasó”, afirmó.

Estados Unidos también ha mantenido “contacto directo con Irán” respecto al supuesto complot, tal y como afirmó el departamento de Estado este jueves.

“Hemos mantenido contacto directo con Irán”, dijo en declaraciones a la prensa la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, interrogada sobre la comunicación entre ambos gobiernos.

El contacto ocurrió el miércoles y no fue en Irán, agregó. Un funcionario del Departamento de Estado, bajo la cobertura del anonimato, afirmó que el contacto tuvo lugar por iniciativa de Estados Unidos.

Durante su intervención tras haberse reunido con el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, en Washington, Obama habló igualmente del papel del régimen de Teherán en la presunta conspiración. “No se trata únicamente de una escalada peligrosa, sino que delata un comportamiento peligroso y extremadamente arriesgado por parte del gobierno iraní”, indicó.

Obama dijo también que, incluso si los altos responsables del gobierno iraní no tuvieron informaciones precisas sobre el supuesto complot, los miembros del régimen que están implicados deberán “rendir cuentas”.

“La pregunta importante que debería responder Irán a la comunidad internacional es por qué alguien de su gobierno participó en esas actividades”, continuó el dirigente que, sin embargo, no respondió a la pregunta de si conocía si altos cargos del gobierno en Teherán estaban al tanto del complot.

Consultado por las consecuencias que puede tener este asunto, Obama dijo estar decidido a “continuar aplicando las sanciones más estrictas y seguir la movilización de la comunidad internacional para hacer que Irán esté cada vez más aislado y pague el precio de un comportamiento como éste”.

“La cuestión ahora ante nosotros es saber qué medidas podrían ser adoptadas por la ONU”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, al tiempo que afirmó que es “prematuro decir qué es lo que hará el Consejo de Seguridad”.

Mientras, Obama rechazó “retirar cualquier opción que esté sobre la mesa” para reaccionar contra Irán, con quien Estados Unidos no mantiene relaciones diplomáticas desde hace más de 30 años, y aseguró que su estrategia de aislamiento del régimen islamista ha comenzado a dar sus frutos.

“La economía iraní está hoy en un estado mucho más complicado que hace varios años, en parte porque hemos logrado la unidad de la comunidad internacional para denunciar el comportamiento nefasto de Irán”, aseguró.

Irán rechaza todas las acusaciones y alega ser víctima de una manipulación destinada a dividir a los países musulmanes, a proteger a Israel y a aumentar la presión sobre la república islámica, sometida ya a severas sanciones internacionales por su controvertido programa nuclear.