La mañana de este martes, las juventudes de los partidos Socialista y Comunista se manifestaron en las afueras de la sede del diputado Enrique Van Rysselberghe en Concepción.

Específicamente, los jóvenes intentaron ingresar a la sede parlamentaria del diputado UDI y lanzaron huevos al frontis del recinto, donde además incendiaron un letrero dispuesto en la vereda.

Ante estos hechos, Van Rysselberghe difundió una declaración en la que repudia estos hechos y que se detalla a continuación.

Con respecto a la agresión e intento de quema de mi sede parlamentaria, promovida por militantes del Partido Comunista y el presidente regional de la CUT y que afectó a personal de mi sede parlamentaria y dirigentes juveniles del partido Unión Demócrata Independiente, quiero señalar lo siguiente:

1.- Repudiamos la violencia como método de acción política o como herramienta de expresión social. Nos parece que en democracia corresponde respetar las legítimas diferencias y mantener las discrepancias en el campo de las opiniones y el debate racional e informado y no rebajar nuestra convivencia democrática al uso de la fuerza y la amenaza.

2.- En este sentido nos inquieta la participación directa en la agresión a mi sede del presidente regional de la CUT, Alex Iturra, quien no sólo fue parte de la agresión física ejercida contra dirigentes juveniles del partido y contra funcionarios de mi sede, sino además participó del intento de prender fuego a esas instalaciones.

3.- Del mismo modo, exigimos que el presidente regional de la CUT se defina si está por hacer una gestión sindical pacífica que vaya en ayuda de los trabajadores que representa o si va a seguir ejerciendo la violencia como medio o instrumento reivindicativo. Del mismo modo, le vamos a solicitar a la dirigencia nacional de la CUT que nos diga si apoya la violencia ejercida por el dirigente regional de esa organización. También pediremos al Ministerio del Trabajo si existe incompatibilidad entre el ejercicio de un cargo sindical y la participación en hechos de violencia contra parlamentarios.

4.- La situación es aún más incomprensible, porque los gritos e insultos proferidos contra las personas que se encontraban en mi sede se referían al caso del diputado Estay, situación lamentable que debe ser investigada, pero que no justifica que militantes del Partido Comunista y un dirigente sindical ejerzan violencia sobre personas que no han participado ni directa o indirectamente en esos hechos y que no tienen ninguna responsabilidad en el caso al que hacían referencia.

5.- Por último, vamos a estudiar y a iniciar las acciones legales correspondientes para evitar que situaciones como éstas se repitan en el futuro.