La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, de visita oficial a Turquía, y su homólogo turco, Abdullah Gul, afirmaron el viernes en Ankara su determinación para reforzar las relaciones entre los dos países en todas las áreas.

“Turquía y Brasil son dos países importantes en sus regiones y constituyen nuevas voces en los foros internacionales”, declaró Rousseff en una conferencia de prensa conjunta con Gul.

El volumen de los intercambios debería alcanzar los 2.000 millones de dólares (unos 1.500 millones de euros) en 2011, indicó la presidenta, según la traducción en turco de sus declaraciones.

Gul se fijó como objetivo un volumen de intercambio de 10.000 millones de dólares “en un plazo muy corto”.

“Las relaciones turco-brasileñas son la señal de que el alejamiento (geográfico) pierde todo sentido cuando la voluntad política está ahí”, estimó Gul.

Turquía y Brasil elaboraron juntos en 2010 un plan para desactivar la crisis nuclear iraní, pero la propuesta fue rechazada por Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de la ONU votó sanciones contra Teherán, al que sospecha de desarrollar un programa nuclear con fines militares.

En su conferencia de prensa del viernes, los dos presidentes, que se reunieron en privado durante la mañana y almorzaron juntos, no evocaron ninguna iniciativa nueva para tratar de reanudar los esfuerzos en este ámbito.

“Tenemos ideas sobre cómo reducir las tensiones en el mundo”, dijo sin embargo Rousseff, quien añadió que “condenamos el hecho de que algunos países estén encerrados sobre si mismos y recurran a la violencia”.

Sobre la disputa israelo-palestino, la presidenta aseguró que “una solución justa del conflicto es el reconocimiento del Estado palestino. Lo consideramos como algo muy importante para la paz regional”.

El presidente palestino, Mahmud Abas, pidió el pasado 23 de septiembre la adhesión como Estado de pleno derecho a la ONU. El Consejo de Seguridad todavía no ha tomado su decisión, pero Estados Unidos ha advertido que vetará la propuesta.

Sin embargo, la causa del reconocimiento del Estado palestino logró una importante victoria el pasado miércoles, cuando el consejo ejecutivo de la UNESCO aprobó una recomendación para que Palestina sea miembro pleno de esa organización de Naciones Unidas.

Rousseff también hizo referencia a la crisis financiera que sacude a algunos países europeos, que preocupa a Brasil, y manifestó su esperanza de que la Unión Europea logre generar las soluciones necesarias para salir de la crisis.

Brasil es el cuarto principal destino de las inversiones europeas y el sexto mayor inversionista en Europa, según el gobierno brasileño. En el primer semestre de 2011 se convirtió en el noveno socio comercial de la UE.

Rousseff, que también participó durante la mañana a la clausura del foro empresarial Brasil-Turquía, viaja por la noche a Estambul, donde tiene previsto reunirse en un desayuno el sábado por la mañana con el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, quien perdió a su madre el viernes por la mañana.

La visita a Turquía se enmarca dentro de una gira que la ha llevado el lunes y el martes a Bruselas, donde participó en la cumbre Brasil-UE, en plena crisis en el Viejo Continente.

También viajó el miércoles y jueves a Bulgaria, donde se reunió con las autoridades del país y visitó la ciudad de su abuelo, Gabrovo.