“El fútbol sudamericano es el fútbol en estado puro, sin aditivos”, dijo este martes el ex seleccionador de Bolivia y Chile, el vasco Xabier Azkargorta, 57 años, en una entrevista publicada por el diario As, en la que definió a la Copa América como “un máster en fútbol”.

“Cuando llegué a Bolivia (en 1993 para entrenar el seleccionado, ndr), tenían muy mal concepto de los futbolistas. Si tu hija salía con un futbolista, mal asunto. Empezamos por elevar la autoestima de los jugadores. Vivimos aquella época con intensidad, descubrieron cosas del fútbol que no concebían y se convirtieron en héroes del país”, respondió.

Alguno de los jugadores que tuvo a su cargo, como Quinteros, Erwin Sánchez, Trucco, Sandy y Ramallo “acabaron haciendo carrera como técnicos. Y Milton Melgar, Carlos Borja y Valdvieso, política”, recordó.

Azkargorta recordó dos consejos que le dieron al llegar al país andino: “primero me dijeron ‘a Echeverry y Valdivieso dalos por perdidos’. Fueron dos pilares y segundo ‘tienes que hacer dos selecciones, una de altura y otra a nivel del mar’. ¿Dos? Si casi no tengo jugadores para hacer una buena…”, respondió entonces.

El técnico vasco recordó especialmente el 2-0 con el que “fue la primera vez en la historia que Bolivia ganaba a Brasil en el proceso clasificatorio para el Mundial”.

La charla previa al partido “impactó a los jugadores”, comenzó recordando.

“Hablé una hora, pero solo dediqué cinco minutos a Brasil. Dije: ‘Brasil, tres veces campeón del mundo. Juegan con camiseta amarilla y pantalón azul. No sé qué equipo sacará”… Antes “les hablaban una hora de Brasil y dos minutos de ellos. Yo lo hice al revés. Y funcionó”.

Azkargorta logró clasificar a Bolivia para el Mundial-94 de Italia y luego entrenó a la selección de Chile, donde no logró los resultados positivos de Bolivia y que abandonó en la etapa clasificatoria para el Mundial-98 de Francia.

El “vasco” dice que guarda recuerdos de su etapa americana “que nunca podré olvidar”.

“En Sudámerica, cuando juega una selección, juega un país. Los partidos son guerras: la solemnidad de los himnos, la representatividad de la nación, cómo se colapsa un país… Combates deportivos que uno siempre está obligado a ganar. Allí no hay amistosos…”, precisó.

“El fútbol sudamericano es el fútbol en estado puro, sin aditivos. Y la Copa América es la representación autóctona del fútbol de su continente”, concluyó.