Este viernes se lanzará el consorcio que producirá biocombustibles a partir del alga Mycrocystis Pyrifera, dando el primer paso para que las algas sean una fuente de energía renovable en Chile, la cual podría insertarse en el mercado sustituyendo en el largo plazo el 5% de los combustibles que requiere el país.

Esta iniciativa surgió como un proyecto de la Universidad de Los Lagos, una investigación que certifica que el mar se puede transformar en una fuente de energía que potencie el desarrollo de oportunidades de negocios alternativos. Así lo indicó el director del Centro I-Mar, Alejandro Buschmann.

El Consorcio BAL Fiofuels, cuyos socios son BAL Chile, Bio Architecture Lab y la Universidad de Los Lagos, a través de su Centro I-Mar, se desarrollará en un plazo de cinco años, al término del cual se comercializará los primeros volúmenes de biocombustible.

De esta manera BAL Fiofuels empleará dos plataformas tecnológicas que establecerán importantes capacidades productivas para el desarrollo de los subproductos. Estas son el desarrollo de una tecnología de cultivo extensivo de Macrocystis pyrifera, creada por el Centro I-Mar, y el desarrollo un proceso de fermentación para las distintas variedades de algas pardas.