El alcalde Luis Mella se reunió nuevamente con la plana mayor de la Empresa Sanitaria Valparaíso, Esval, encabezada por el subgerente zonal Gastón Placencio, para tratar el tema de las emanaciones de olores pestilentes desde la planta de tratamiento de aguas servidas “El Molino”, y que afectan a vecinos del sector sur poniente de Quillota, principalmente villas El Sendero y Las Viñas.

En la cita -en la cual también participó el equipo técnico de la Unidad de Medioambiente y Carlos Ordenes, de la Superintendencia de Servicios Sanitarios- la máxima autoridad comunal se manifestó “sumamente preocupado” por cuanto existe un compromiso de ir disminuyendo las emanaciones gradualmente hasta desaparecer por completo en el mes de septiembre, pero hay denuncias por parte de los vecinos de que los malos olores persisten e incluso en algunos episodios se han percibido con mayor intensidad.

Por su parte los ejecutivos de Esval aseguraron que se están cumpliendo los cronogramas de solución del problema y afirmaron que han mejorado las condiciones de funcionamiento de la planta, no obstante reconocieron la ocurrencia de un hecho de emanación de malos olores durante mediados de abril y el día 12 de mayo, asegurando que se trató de “hechos aislados” que podrían ser atribuidos a otras fuentes o efectos climáticos.

Soluciones y No explicaciones.

“Nuestros vecinos necesitan soluciones y no explicaciones. Está descartado por nuestro equipo técnico y los propios vecinos la existencia de otras fuentes que provoquen los malos olores y, por otro parte, creemos que los procedimientos que permitan evitar las emanaciones deben ser diseñados pensando en el peor escenario climático posible. Exigimos que nunca la labor en la planta de tratamiento afecte a las personas”, enfatizó Luis Mella, agregando que la Municipalidad mantiene vigente la opción de recurrir a la Justicia para evitar que este tipo de episodios se repita.

Tanto la sanitaria como la Superintendencia afirmaron que poseen “clientes testigo”, vale decir, personas que habitan en los sectores cercanos a la planta de tratamiento y que llevan un seguimiento en cuanto a la percepción de malos olores, gracias a lo cual Esval puede tener un control acabado a fin de mejorar sus procedimientos o la entidad fiscal, por su parte, logre fiscalizar oportunamente la actuación de la empresa.

La máxima autoridad comunal propuso, además, mejorar la comunicación entre Esval, el municipio y los vecinos, a fin de entregar información veraz y oportuna respecto de hechos puntuales y la marcha general del mejoramiento. Por su parte la sanitaria se comprometió con aquello y agregó que están en proceso de licitación los equipos que permitirán solucionar en forma definitiva las emanaciones pestilentes desde la planta, asegurando que cumplirán al mes de septiembre tal y como está acordado.