Manifestantes argentinos protestaron este domingo contra una fábrica de celulosa en territorio uruguayo a la que acusan de contaminar el medioambiente, eje de una prolongada disputa binacional zanjada en un tribunal internacional que ordenó controles periódicos conjuntos.

Varios miles de manifestantes marcharon hacia el puente internacional San Martín que une Argentina y Uruguay para reiterar su rechazo a la fábrica de la finlandesa UPM (ex Botnia) al declararse insatisfechos con el acuerdo de monitoreo ambiental que suscribieron ambos gobiernos.

Mediante el llamado ‘Abrazo al río Uruguay’ los manifestantes reclamaron la relocalización de la planta, ubicada sobre la margen uruguaya del río que sirve de límite natural entre ambos países y cuyas aguas son de soberanía compartida.

“Expresamos nuestras dudas respecto al plan de control interno de la planta de Botnia UPM” dijeron en una proclama leída durante el acto central.

“Le vamos a demostrar a los gobiernos de Argentina y Uruguay que el conflicto no está terminado, que Botnia sigue contaminando”, dijo Roberto Marchesini, coordinador del acto y miembro de la llamada Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, organización que mantuvo el puente internacional bloqueado por más de tres años.

Gualeguaychú (230 km al noroeste de Buenos Aires) se encuentra a orillas del fronterizo río Uruguay, en la margen opuesta adonde se levanta la planta.

La protesta se concretó días antes de la reunión entre los cancilleres de ambos países prevista para el miércoles en Buenos Aires, ocasión en la que analizarán la marcha del Plan de Monitoreo de la cuestionada planta.

La instalación de la planta generó un prolongado conflicto que fue zanjado a mediados de 2010 en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que consideró que la planta no contamina pero ordenó supervisiones periódicas conjuntas.