Los asesores del líder libio Muamar Gadafi, exigieron en 2009 a empresas estadounidenses que pagaran enormes sumas a Trípoli para pagar la indemnización (1.500 millones de dólares) a las víctimas del atentado libio en Lockerbie, so pena de perder contratos muy lucrativos en el país árabe, informó el New York Times el jueves.

Las autoridades libias advirtieron a los empresarios que si las compañías (muchas de ellas multinacionales de energía) no cedían a las peticiones, habría “serias consecuencias” sobre sus negocios en el sector petrolero, según un reporte del departamento de Estado estadounidense citado por el diario.

El 21 de diciembre 1988, un operativo terrorista libio perpetró un atentado contra el vuelo de la Pan Am que estalló encima de la ciudad escocesa de Lockerbie, dejando 270 muertos.

La petición del régimen de Gadafi, así como el reporte del New York Times, ponen de manifiesto el clientelismo político y la cultura de corrupción de Libia que se acentuaron en 2004, cuando Estados Unidos reanudó sus relaciones de comercio con Trípoli.

Esta reapertura comercial provocó que las multinacionales se arrebataran las oportunidades de explotar las reservas petroleras libias.

Los empresarios estadounidenses, ansiosos de hacer negocios en esta región del norte de África, fueron manipulados por Gadafi y sus hijos, quienes, según lo que se reporta, obtuvieron una suma de varios miles de millones.

Esta suma ha permitido que Gadafi se mantenga en el poder, pese a la rebelión del pueblo libio contra el régimen y a los ataques aéreos de la coalición occidental contra las fuerzas fieles al líder libio.

“Libia es una cleptocracia en la que el régimen (ya sea la familia de Gadafi o sus aliados políticos) tiene intereses directos en todo aquello que tenga valor”, según un reporte del departamento de Estado, citado por el mismo diario.

Los intereses empresariales brotaron en Libia en 2008 cuando Trípoli reconoció su responsabilidad en el atentado de Lockerbie.

El New York Times dijo que al menos una docena de empresas estadounidenses, entre las cuales Boeing, Raytheon, ConocoPhilips, Occidental, Caterpillar y Halliburton, buscaban afianzarse en Libia.