La sexta crisis de extinción masiva de las especies está en marcha y en algunos siglos tres cuartos de las especies conocidas habrán desaparecido, afirman científicos estadounidenses en un artículo publicado en la revista Nature.

Una escena del Cretácico | Wikipedia

Una escena del Cretácico | Wikipedia

Desde las primeras huellas de vida fósil, hace unos 540 millones de años, se registraron cinco crisis de extinción masiva, durante las cuales más del 75% de las especies fueron borradas de la superficie de la Tierra.

Las cinco primeras crisis fueron provocadas por catástrofes o fenómenos naturales, mientras que la sexta se debe directamente a una larga lista de actividades humanas.

La destrucción de ecosistemas, la sobre explotación de recursos, la diseminación de microbios y virus, la introducción accidental o inconsiderada de especies en un nuevo medio y, por supuesto, el calentamiento climático figuran entre las principales causas.

Para ilustrar ese riesgo, paleobiólogos de la Universidad de California en Berkeley pasaron revista al estado de actual de la biodiversidad, utilizando como termómetro a los mamíferos, la clase de animales más documentada hasta la fecha.

Según los cálculos de los científicos, en los últimos 500 años, al menos 80 de las 5.570 especies de mamíferos censadas han desaparecido. Anteriormente el ritmo de extinción era de dos especies por millón de años.

“El ritmo de extinción actual se parece extrañamente al de las crisis masivas de extinción del pasado, incluso con una definición bastante restrictiva”, resume Anthony Barnosky, principal autor del estudio.

Se trata de una cuadro muy sombrío, confirmado lamentablemente por la “lista roja” de especies amenazadas de desaparición de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Si todas esas especies (clasificadas en “peligro de extinción”, “en peligro” o “vulnerables”) se extinguieran de aquí al fin del siglo XXI y las extinciones continuaran al mismo ritmo, en un plazo de 334 años habrán desaparecido más de las tres cuartas partes de las especies mamíferas, indica el estudio.

Las cinco grandes crisis, apodadas las “Big Five” (cinco grandes, en inglés) se desarrollaron en una escala de tiempo geológico –centenas, incluso miles, de millones de años– extremadamente larga comparada a la historia de la humanidad.

La extinción más brutal, y la más reciente, ocurrió en el Cretáceo, hace unos 65 millones de años, cuando un cometa o un asteroide de unos 15 km se estrelló contra la Tierra, en la actual península de Yucatán, en México.

La colisión, de una potencia equivalente a mil millones de bombas atómicas, habría proyectado en la atmósfera nubes de polvo que cambiaron brutalmente las condiciones climáticas.

Ese cataclismo provocó la desaparición de 76% de las especies, en particular de los dinosaurios.

Según los paleontólogos californianos, se necesita una rápida toma de conciencias para frenar esta sexta crisis de extinción, que se desarrollaría sobre un período que supera la imaginación.

“La reconstitución de la biodiversidad no se hará a una escala de tiempo a talla humana. La evolución de nuevas especies lleva al menos centenas de miles de años”, dicen los científicos, que concluyen con una nota de optimismo.

“Hasta el presente, sólo el uno al dos por ciento de todas las especies de los grupos que conocemos se han extinguido. Al parecer todavía no hemos avanzado mucho en la vía de la extinción. Todavía podemos salvar mucho”, dice Anthony Barnosky.