Fuerzas de policía rodeaban las mezquitas de los barrios más populares de Argel, principalmente en previsión de la plegaria del viernes, tras la cual podrían reanudarse las manifestaciones contra la carestía que han sacudido las grandes ciudades argelinas en los últimos días.

Las autoridades no se habían referido hasta el momento a las protestas, ocasionalmente violentas, en toda Argelia contra el incremento de precios -en algunos casos de hasta 30%- de productos de primera necesidad desde el 1 de enero.

El único en pronunciarse fue el ministro de Comercio, Mustapha Benbada, quien señaló a la radio nacional que su cartera “comenzaba a controlar la crisis” y que ésta sería resuelta “a partir de la próxima semana”.

El ministro del gobierno de Abdelaziz Buteflika añadió que se había reunido el jueves con los productores e importadores de aceite y azúcar, los productos más afectados por las alzas de precio.

Las calles de Argel se encontraban tranquilas el viernes, día de descanso, tras las violentas manifestaciones que enfrentaron el jueves a cientos de jóvenes con policías armados que intentaban dispersarlos con gas lacrimógeno.

Los vehículos que fueron incendiados, incluyendo algunos del transporte público, habían sido retirados, aunque aún se podían observar los daños en algunos negocios que fueron saqueados e incendiados.

Sin embargo, la policía vigilaba las mezquitas de varios barrios populares densamente poblados donde se registraron algunas de las violentas protestas, incluyendo Bab el Oued, Bachjarrah y Belcourt.

A su vez, la carretera que conduce desde Argel hacia la costa este del país se encontraba bloqueada, debido a que grupos de jóvenes instalaron barricadas, impidiendo a los conductores circular.

Por su parte, la liga nacional de fútbol aplazó todos los partidos programados para el viernes y el sábado, tanto en primera división como en segunda y en las ligas de aficionados.

Entre tanto, Francia pidió el viernes a sus ciudadanos que residen en Argelia tomar precauciones ante la posibilidad de que se repitan “los disturbios de gran escala” en las grandes ciudades del país.

Desde hace una semana pequeños grupos de jóvenes de todo el país protestan, cada vez con mayor intensidad, contra lo que denominan su “malvivir”, incluyendo la falta de oportunidades laborales -ya que el desempleo entre jóvenes ronda el 20%- y la falta de vivienda.

Las autoridades no han indicado que hubiesen víctimas, en tanto el periódico El Watan señalaba que había numerosos heridos, aunque no hacía ninguna precisión al respecto.

Los jóvenes -que constituyen el 75% de los 35,6 millones de argelinos- protestaban también contra el elevado costo de vida y la corrupción generalizada.