Un espectacular operativo se llevó a cabo a la salida de los 31 mineros que quedaban en dependencias del hospital regional de Copiapó, en un procedimiento que incluyó incluso disfraces para distraer a la prensa.

Pasadas las 18 horas del viernes la directora de Salud de Atacama, Paola Newman, anunció a los medios que se le iba a otorgar el alta médica a la totalidad de los mineros que aún restaban.

Minutos después de que culminara la conferencia, el pórtico del acceso 3 del recinto se abrió y tres furgones de la Asociación Chilena de Seguridad dejaron el recinto. La expectación periodística se volcó a ese lugar de inmediato y una batahola de cámaras y micrófonos se apegó a los vehículos.

Abordo iban Carlos Barrios y Víctor Segovia, ambos sonrientes saludaron a los medios presentes. Mientras tanto por la vía principal de calle O´higgins, dos salieron caminando vestidos con jeans, lentes de sol y polera.

Sin embargo, la salida más llamativa se produjo a eso de las 19:30 horas, cuando el tal vez más buscado por la prensa, Mario Sepúlveda, salió disfrazado de obrero de la construcción en medio de los trabajos que se realizan para construir las nuevas instalaciones del hospital, tal como detalló Pablo Pérez, señalizador de grúa.

El plan se ejecutó prácticamente a la perfección, y su concepción y ejecución estuvo a cargo del departamento de sicólogos junto a personal de la Asociación Chilena de Seguridad de Copiapó.

El director del hospital, Hernán Rojas, justificó salida y solicitó comprensión.

Una aparatosa salida para dejar el hospital, sin embargo ellos deberán volver al recinto alrededor de las 10:30 horas de hoy para su primer control médico.