Una agria discusión generó en España las últimas declaraciones del obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, quien nuevamente rechazó las denuncias de abuso sexual contra sacerdotes señalando que “hay un interés malévolo” en perjudicar a la Iglesia Católica y al Papa.

Obispo Bernardo Álvarez | Obispado de Tenerife

Obispo Bernardo Álvarez | Obispado de Tenerife

No es la primera vez que el prelado se ve envuelto en una polémica. Ya a fines de 2007 había concitado la atención de los medios al indicar a un diario local que “hay menores que desean el abuso e incluso te provocan”.

“Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan”, señaló en aquella ocasión, recoge el diario conservador El Mundo.

Esta vez, Álvarez declaró a Cadena Ser que algunos de los casos de abuso ocurrieron hace 50 años, por lo que sacarlos a la luz ahora revela un “interés malévolo” en dañar a la institución religiosa.

“Estadísticamente, dos de cada tres casos de abusos y malos tratos se dan en las familias”, argumentó el Obispo, notando también que la confesión es un sacramento que no puede ser usado en las denuncias por estar sometido a sigilo sagrado, descartando que sea el momento de discutir la necesidad del celibato eclesiástico.

Las declaraciones tuvieron eco inmediato en el portavoz de la Izquierda Unida Canaria (IUC), José Pérez Ventura, quien manifestó que le parecía “tremendamente curioso” que el personero de una institución que enarbola constantemente la defensa de la familia, utilice como argumento que estos también se dan en el núcleo familiar, cuando se ven atacados y acosados por denuncias.

“Me pregunto si esto significa que hay que apartar los niños de la familia o que la familia es algo dañino para el desarrollo de la persona”, respondió Pérez a la revista digital San Borondón.

“El Obispo de Tenerife debería ser muy cuidadoso a la hora de hacer este tipo de declaraciones si tan defensor dice ser de la familia -o de su modelo de familia- porque la Iglesia y sus dirigentes tienen un único modelo de familia, mientras el resto de la ciudadanía tiene múltiples y defiende la pluralidad en cuanto a modelos familiares”, concluyó el dirigente político.