A casi dos semanas del terremoto, vecinos de la Villa Olímpica continúan viviendo en departamentos declarados inhabitables. El alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabag, estimó en 45 mil millones de pesos reconstruir los 123 edificios de las tres villas más afectadas.

Con un ojo abierto y otro cerrado, así prácticamente duermen 15 familias que pese a que el municipio de Ñuñoa ha decretado la inhabitabilidad de esos edificios que presentan daño estructural grave, ellos no han querido o simplemente no pueden dejar de sus departamentos por temor a que les roben sus pertenencias.

A casi dos semanas del terremoto que afectó a la zona centro y sur del país, recorrimos los edificios de Villa Olímpica y constatamos que aún no se ha eliminado los escombros que pueden ante cualquier réplica caer o la estabilización de las estructuras más dañadas de los 3072 departamentos.

María Luisa Vivar de 56 años del block 70 hasta hoy vivía en su departamento. Angustiada dijo que no tiene dónde vivir por lo que ha debido dormir a medias junto a a sus cuatro hijos preparados para salir a la plaza ante cualquier réplica.

Otro testimonio lo encontramos en el departamento 409 del block 72, donde vive Mercedes Mendoza Rivera de 80 años con su hija, María Heredia River de 61 años.

Mercedes asegura para su familia su temor es permanente y aunque ella no siente miedo por las constantes réplicas es obligada a salir.

Mientras desde el municipio de Ñuñoa el edil, Pedro Sabag, aclaró que los daños en gran parte de ellos son prácticamente totales y estimó en 45 mil millones de pesos reconstruir las villas afectadas por el terremoto.

Sabag aseguró que a los a los arrendatarios se les ofreció el pago del primer mes en garantía de arriendo y la cancelación del flete que traslade sus bienes.

La municipalidad de Ñuñoa accedió a trasladar a los propietarios a otros departamentos.