El presidente francés Nicolas Sarkozy reconoció este jueves en Kigali “graves errores de apreciación” de Francia y de la comunidad internacional durante el genocidio de 1994 en Ruanda, cuyos responsables quiere ver “castigados”, en una rueda de prensa con su homólogo ruandés Paul Kagamé.

“Lo que sucedió aquí es inaceptable, pero lo que pasó aquí obliga a la comunidad internacional, por tanto a Francia, a reflexionar sobre sus errores que le impidieron prevenir y detener este crimen espantoso”, declaró Sarkozy.

Entre estos fallos, Sarkozy citó “graves errores de apreciación, una forma de ceguera cuando no vimos la dimensión genocida del gobierno del presidente que fue asesinado, errores en una operación Turquesa emprendida demasiado tarde (…)”.

El ejército francés lanzó la operación Turquesa en junio de 1994, tres meses después del inicio del genocidio.

El presidente francés pidió asimismo que “los responsables del genocidio sean encontrados y castigados”.

“No hay ninguna ambigüedad. Se lo dije al presidente Kagamé, los que hicieron esto, dondequiera que estén, deben ser encontrados y castigados”, declaró.

Desde el genocidio de 1994, el régimen de Paul Kagame acusó a Francia de complicidad por haber apoyado a su predecesor Juvenal Habyarimana. París siempre lo ha negado.

La muerte de Habyarimana en un atentado desató un genocidio que dejó unos 800.000 muertos, en su inmensa mayoría de la etnia tutsi.