El ex detenido de Guantánamo residente en el Reino Unido, Binyam Mohamed, fue “encadenado”, “privado de sueño” y amenazado de “desaparición” durante los interrogatorios a los que fue sometido en 2002 por estadounidenses, según documentos difundidos este miércoles.

Cárcel de Guantánamo

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Estas revelaciones están contenidas en 7 párrafos relativos al trato infligido a Binyam Mohamed que el gobierno británico se vio obligado a divulgar tras haber luchado en los tribunales para impedir la aplicación de un fallo judicial que le obligaba a publicar datos proporcionados por los servicios secretos estadounidenses contenidos en documentos sobre el ex preso.

Las informaciones se refieren a las “entrevistas llevadas a cabo por autoridades de Estados Unidos” que tuvo Binyam Mohamed antes del 17 de mayo de 2002, según el Foreign Office.

En el transcurso de los interrogatorios, “Binyam Mohamed fue sometido a continuas privaciones de sueño”, señala uno de los párrafos divulgados.

También recibió “amenazas e incentivos” en los que se jugó con “sus miedos de ser retirado de la custodia de Estados Unidos y ‘desaparecido’”, prosigue el texto precisando que “el estrés provocado por estas tácticas deliberadas aumentó por el hecho de que se hallaba encadenado durante las entrevistas”.

El documento concluye que este trato podría ser “fácilmente” considerado “como mínimo cruel, inhumano y degradante”.

Binyam Mohamed, de origen etíope, fue detenido en Pakistán en abril 2002, y pasó más de cuatro años recluido en el centro de detención de Guantánamo (Cuba) antes de ser liberado y transferido en febrero de 2009 a Gran Bretaña, país en el que residió a partir de 1994.

Tras su liberación, Mohamed afirmó que un miembro de los servicios secretos británicos (MI5) proporcionó las preguntas durante los interrogatorios, acompañados de torturas, que dijo haber sufrido en un lugar secreto de Marruecos tras su detención.

La Alta Corte de Londres estimó en octubre que existía un “irresistible” interés del público para que se divulgaran estos datos confidenciales, fallo que el ministro de Relaciones Exteriores David Miliband criticó duramente antes de apelarlo alegando que podría llevar a Estados Unidos y otros aliados a dejar de compartir información secreta con el Reino Unido.