El matrimonio chilote Cárdenas-Barría, del sector de Butalcura de Dalcahue, isla de Chiloé, que en marzo de 2012 se convirtieron en padres de quintillizos, recibieron este miércoles las llaves de una nueva casa de manos del subsecretario de Vivienda Francisco Irarrázaval.

La vivienda fue construida gracias a un subsidio especial asignado por el Minvu.

Los quintillizos Cárdenas Barría nacieron en abril de 2012 y hasta diciembre del mismo año vivieron en un departamento cercano al Hospital San José, donde eran continuamente controlados, para a fines de diciembre de 2013 viajaron hasta Chiloé a vivir en casa de sus abuelos.

Respecto de su nueva casa, la mamá de los quintillizos, Cristina Barría, manifestó que “estamos felices de contar con una vivienda amplia para nuestros hijos, acá en Chiloé, donde ellos puedan crecer disfrutando del campo, con espacio suficiente para todos”.

“Agradecemos profundamente el apoyo que nos ha entregado tanto el Ministerio de Vivienda como otros organismos y personas que han hecho posible que podamos entregar una mejor calidad de vida a nuestros hijos”, afirmó.

La vivienda construida especialmente para ellos, está ubicada en un sitio cercano a la casa de sus abuelos y cuenta con cuatro dormitorios, dos baños, cocina, living comedor y logia, en una superficie construida de 100 m2.

Al respecto, Irarrázaval destacó el compromiso adquirido por el Minvu con este matrimonio y sus hijos, diciendo que “es motivo de orgullo poder apoyar a esta familia con una vivienda de calidad y acorde a sus necesidades, para la ardua tarea que tienen por delante y así cumplir el compromiso que asumió este ministerio desde el nacimiento de estos cinco niños”.

Por otro lado, el subsecretario del Minvu en Castro, visitó los hogares de las familias beneficiadas con el subsidio especial del Programa de Protección del Patrimonio Familiar para la recuperación los palafitos, que mediante un sistema de autoconstrucción asistida, esta inédita iniciativa permitió que 166 familias puedan mejorar aspectos estructurales, fachadas y techumbres de sus viviendas patrimoniales.

“Este ha sido un proceso no sólo de recuperación constructiva, sino también del patrimonio cultural y arquitectónico de Chiloé. Con la participación de los propios vecinos, del Serviu local, de carpinteros y constructores de la zona, junto a arquitectos y otros profesionales del Minvu”, dijo Irarrázaval.