El ministro en visita Mario Carroza ordenó a la Brigada de Derechos Humanos y al Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones que elabore un retrato con las características físicas y faciales del último médico que supuestamente atendió a Pablo Neruda mientras estuvo hospitalizado en la Clínica Santa María, en septiembre de 1973.

Según el relato de las enfermeras del recinto asistencial privado y otros médicos que vieron la situación de salud del Premio Nobel, uno de los últimos facultativos que estuvo con Neruda se trata del “doctor Price”, aunque nadie puedo dar con su nombre completo.

Mientras, en un informe emitido al juez Carroza, la PDI no pudo establecer fehacientemente la identidad de este médico, señalando que “confirme todos los antecedentes recopilados, no fue posible determinar la identidad del médico de apellido Price, que fue mencionado por otos testigos” dice el texto del documento policial.

Según los testimonios, el llamado “doctor Price” a esa fecha tendría unos 27 a 30 años, media 1 metro 80 centímetros de altura y tenía pelo rubio y ojos azules.

Para el abogado querellante por el Partido Comunista, Eduardo Contreras, “ese tal “doctor Price” podría ser Michael Townley, un ciudadano estadounidense, ex agente de la CIA y colaborador de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la temida policía política a la que se le atribuyen la mayoría de los más de 3.000 víctimas que dejó la dictadura de Pinochet.

“Ese tal ‘doctor Price’ podría ser el ex agente de la DINA Michael Townley, quien desde los primeros días comenzó a colaborar con la naciente policía secreta del régimen”, dijo Contreras a periodistas.

A Townley, quien hoy reside en Estados Unidos bajo el sistema de protección a testigos, se le sindica como autor del asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier y su secretaria estadounidense, Ronny Moffit, y del ex comandante del Ejército Carlos Prats y su esposa.

Oficialmente, la muerte de Neruda se atribuye al agravamiento de un cáncer de próstata, pero tras la denuncia de su ex asistente personal, Manuel Araya, de que pudo ser envenenado, se investiga si fue asesinado por agentes de la dictadura de Pinochet.

El cuerpo del poeta fue exhumado el pasado 8 de abril.

Las primeras pericias señalaron que el poeta padecía un cáncer avanzado de próstata, pero aún es prematuro descartar que haya sido envenenado.

El juez Carroza ordenó además interrogar a los médicos procesados por la muerte del expresidente Eduardo Frei Montalva (1964-1970), quien murió en la misma clínica de Neruda nueve años después, según ya ha determinado la justicia, por la introducción paulatina de sustancias tóxicas.

La semana pasada, el Servicio Médico Legal entregó un pre-informe al juez Carroza con las pericias a los restos mortales del vate, en el que confirmó que Neruda tenía un cáncer a la próstata con metástasis avanzada.